ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Ben Hardin, (309) 681-6597, bhardin@asrr.arsusda.gov
June 27, 2000
Boosting organic matter in soil creates a healthy environment for soil-dwelling bacteria that suppress weeds. That's according to Agricultural
Research Service scientists who for the first time have determined which
cropping systems provide the best home for these beneficial bacteria.
ARS scientists report that to create ideal soil conditions, farmers should
rotate their crops, reduce tillage and keep herbicide applications to a
minimum.
The beneficial microbes, called deleterious rhizobacteria (DRB), live on--or
within millimeters of--weed roots, and they feed on substances that ooze
from those roots. As the name DRB implies, these bacteria are bad for weeds.
Although they suppress weed growth, DRB normally don't interfere with crop
plant growth.
Robert J. Kremer, a microbiologist with the ARS Cropping Systems and Water
Quality Research Unit in Columbia, Missouri, says many DRB keep weed seeds
from germinating and produce toxins and excessive concentrations of plant
growth hormones that put the life processes of weed seedlings in "overdrive." Consequently, root cells may rupture and leak, replenishing the
DRB diet. Once weakened by DRB, weeds are less able to compete with other
plants, and they become more vulnerable to other control measures.
Kremer and graduate student Jianmei Li researched cultures of DRB associated
with the most dominant species of weeds in six different cropping systems.
In general, the highest numbers of weed-suppressing DRB came from fields
where crops were rotated, chemicals and tillage were minimal, and organic
materials like composts were added. DRB fared best in a corn-soybean-wheat-cover crop rotation. An organic strawberry system with
compost was a close second.
The researchers believe the research information can be used to modify
current cropping practices or design novel ones to promote development of
DRB and take advantage of their natural weed-suppressive effects.
Scientific contact: Robert J. Kremer, ARS Cropping Systems and Water Quality
Research Unit, University of Missouri, Columbia, MO., phone (573) 882-6408,
fax (573) 884-5070, KremerR@missouri.edu.
Sistemas de
cosechar influyen el control biológico de la mala hierba
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en ingles)
Ben Hardin, (309) 681-6597, bhardin@asrr.arsusda.gov
27 de junio, 2000
El aumento de la materia orgánica en el suelo crea un medio ambiente sano
para las bacterias que suprimen las malas hierbas. Esto es según los
científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
los quienes han determinado por primera vez cuales sistemas de cosechar
proporcionan el mejor hogar para estas bacterias beneficiosas.
Los científicos de ARS dicen que para crear condiciones ideales en el suelo,
los granjeros deben de alternar sus cosechas, reducir la labranza y usar lo
mínimo de aplicaciones herbicidas.
Los microbios beneficiosos, llamados "deleterious rhizobacteria" o DRB
siglas en inglés, viven cerca de las raíces de la mala hierba, y se alimentan con las sustancias que exudan de las raíces. Como el nombre DRB
implica, estas bacterias son malas para estas hierbas. Aunque suprime el
crecimiento de la mala hierba, DRB normalmente no impide el crecimiento de
la planta cultivada.
Robert J. Kremer, el microbiólogo con la Unidad de Investigación de los
Sistemas de Cosechar y la Calidad del Agua en Columbia, Missouri, dice que
DRB impide el crecimiento de muchas de las semillas de la mala hierba y
produce toxinas y concentraciones excesivas de hormonas de crecimiento que
acelera los procesos biológicos de las plantillas. Consecuentemente, las
células de la raíz se pueden romper y gotear, alimentando al DRB. A la vez
que están debilitadas por DRB, las malas hierbas no pueden competir con
otras plantas, y llegan a ser más vulnerables a otros métodos de control.
Kremer y el estudiante Jianmei Li investigaron variedades de DRB asociadas
con las especies de malas hierbas más dominantes en seis diversos sistemas
de cosechar. En general, los números más altos del DRB vinieron de los
campos donde las cosechas fueron alternadas, los productos químicos y la
labranza eran mínimo, y materias orgánicas como el abono fueron agregadas.
DRB trabajó mejor en la alternación de maíz, soya y trigo. Otro sistema que
trabaja bien para estimular DRB fue la producción de fresas orgánicas con
compost.
Los investigadores creen que la información de está investigación puede ser
utilizada para modificar las prácticas actuales de cosechar o diseñar nuevas
prácticas para promover el desarrollo de DRB y para aprovechar sus efectos
naturales en combatir la mala hierba.
ARS es la agencia principal de investigación del Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos.
Contacto científico: Robert J. Kremer, ARS Cropping Systems and Water
Quality Research Unit, University of Missouri, Columbia, MO., teléfono (573)
882-6408, fax (573) 884-5070, KremerR@missouri.edu.
USDA/ARS news release
N2771 |