Washington, DC
May 13, 2009
Agricultural Research Service, USDA
By
Stephanie Yao
A study conducted by
Agricultural Research Service
(ARS) scientists and their cooperators has dispelled a belief
among some sugar beet growers that different sugar beet
varieties require different nitrogen fertilization applications.
In integrated farming systems,
sugar beet growers harvest the root for cash income and use the
tops and root-processing byproducts for livestock feed. This
dual benefit works well, but the amount of nitrogen fertilizer
required to produce more tops decreases the amount of sugar in
the root.
The contradicting objectives
associated with this practice led some growers to wonder if
those who specialize in sugar production and those with
integrated farming systems need to employ different nitrogen
fertilization practices, or if certain sugar beet varieties lend
themselves better to one management system or the other.
In the study, ARS agronomist
Bart Stevens, at the agency’s
Northern Plains Agricultural Research Laboratory in Sidney,
Mont., and cooperators from the
University of Wyoming found there are very minor differences
in how eight sugar beet varieties commonly grown in northern
Wyoming and southern Montana respond to nitrogen fertilization.
Therefore, growers do not have to further complicate their
fertilizer-management decisions by adjusting nitrogen
applications for individual varieties.
However, some varieties are
designed to produce bigger tops at the expense of sugar content,
so growers should continue to choose appropriate varieties based
on their overall management objectives.
The study’s updated
nitrogen-response information can improve recommendations for
sugar beet, regardless of the grower’s production objectives or
the variety being grown. Using the updated information tables
found in the study’s manuscript, which is published in the
Journal
of Sugar Beet Research, growers can increase the
efficiency of fertilizer applied in their operations, thereby
improving net returns through increased sugar and/or tops
production.
In addition, by reducing
over-fertilization for top growth or the mistaken belief that
certain varieties require additional fertilization, growers can
cut their production costs even further and reduce potential
environmental impacts due to leaching.
ARS is the principal
intramural scientific research agency of the
U.S. Department of Agriculture.
Un estudio realizado por
científicos del
Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores
ha disipado la idea de que diferentes variedades de la remolacha
azucarera requieren diferentes prácticas de fertilización con
nitrógeno.
En sistemas integrados de
granjería, los cultivadores de remolacha azucarera cosechan la
raíz para ingresos y usan la corona (también llamada la testa)
de la planta y los subproductos del procesamiento de las raíces
para alimentar al ganado. Esta doble ventaja trabaja bien, pero
la cantidad de fertilizante de nitrógeno necesitada para
producir una corona más grande reduce la cantidad de azúcar en
la raíz.
Los objetivos contradictorios
asociados con esta práctica han causado que algunos granjeros se
preguntan si aquellos que se especializan en la producción de
azúcar y aquellos que utilizan sistemas integrados de granjería
necesitan usar diferentes prácticas de fertilización con
nitrógeno, o si ciertas variedades de remolacha azucarera
funcionan mejor con uno u otro de los sistemas de manejo.
En el estudio, agrónomo
Bart Stevens, quien trabaja en el
Laboratorio de Investigación Agrícola de los Llanuras Norteñas
mantenida por el ARS en Sidney, Montana, y sus colaboradores de
la Universidad de Wyoming
descubrieron que hay diferencias menores en cómo ocho variedades
de remolacha azucarera comúnmente cultivadas en la parte norteña
de Wyoming y la parte sureña de Montana responden a la
fertilización con nitrógeno. Por consiguiente, cultivadores no
tienen que complicar aún más sus decisiones de manejo de
fertilización ajustando las aplicaciones de nitrógeno para
variedades individuales.
Sin embargo, algunas variedades
son diseñadas para producir coronas más grandes a expensas del
contenido de azúcar, así que los cultivadores deben continuar
escogiendo variedades apropiadas basadas en sus objetivos de
manejo.
La información actualizada de este estudio sobre la reacción de
las plantas al nitrógeno puede mejorar las recomendaciones para
la producción de remolacha azucarera, a pesar de los objetivos
de producción del cultivador o la variedad cultivada. Utilizando
las tablas de información actualizada encontradas en el
manuscrito del estudio, el cual es publicado en la revista 'Journal
of Sugar Beet Research' (Revista de Investigaciones de
Remolacha Azucarera), cultivadores pueden aumentar la eficacia
del fertilizante aplicado en sus operaciones, de este modo
aumentando sus beneficios netos por rendimientos aumentados de
azúcar y/o coronas.
Con reducciones en la cantidad
de fertilizante de nitrógeno usada--si aplicado en cantidades
excesivas para aumentar el crecimiento de la corona, o a causa
de la creencia equivocada de que ciertas variedades de remolacha
azucarera requieren más fertilización--los granjeros pueden
reducir sus gastos de producción aún más y reducir los impactos
potenciales al medio ambiente causados por la lixiviación del
nitrógeno.
ARS es la agencia principal
de investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de EE.UU. |