Washington, DC
June 27, 2008
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
By
Marcia Wood
Knowing the preferences of
foodborne pathogens such as Escherichia coli O157:H7 is
essential to a successful counterattack on these microbes.
That's why Agricultural Research Service (ARS)
microbiologist
Maria T. Brandl and
University of California-Berkeley colleague Ronald G.
Amundson are scrutinizing the little-understood ability of E.
coli O157:H7 and Salmonella enterica to contaminate
romaine lettuce.
Brandl is with the ARS
Produce Safety and Microbiology Research Unit, part of the
agency's
Western Regional Research Center in Albany, Calif.
In experiments, the scientists
exposed romaine lettuce leaves to E. coli O157:H7 and
found that, after 24 hours, populations of the microbe were 10
times higher on young leaves than on middle ones.
One explanation: The young
leaves are a richer nutritional "hunting ground" for E. coli.
They exude about three times more nitrogen and about 1.5 times
more carbon than do the middle leaves, Brandl and Amundson
reported.
Scientists have known for
decades that plants exude compounds--from leaves and roots--that
bacteria and fungi can use as food. But the romaine lettuce
study, published earlier this year in
Applied and Environmental
Microbiology, is the first to document the different
exudate levels in romaine lettuce leaves of the two age classes.
It's also the first to show that E. coli can do more than
simply bind to the leaves; it also can multiply.
Adding nitrogen to the middle
leaves boosted E. coli growth and further pointed to a
key role of nitrogen in helping this pathogen. For that reason,
a strategy that decreases nitrogen fertilizer use in romaine
lettuce fields may be worth investigating, Brandl noted.
According to
James A. Lindsay, ARS national program leader for food
safety research, commodity-specific food safety guidelines for
producing and harvesting leafy greens such as lettuce have been
developed. That was done through industry, government and
academic collaboration, in an effort to support Good
Agricultural Practices, or GAPs.
ARS is a scientific research
agency of the U.S. Department of
Agriculture.
Saber las preferencias de los
patógenos alimentarios tales como Escherichia coli
O157:H7 es esencial para montar un contraataque exitoso contra
estos microbios. Por esta razón,
Maria T. Brandl, quien es microbióloga con el Servicio de
Investigación Agrícola (ARS), y su colega Ronald G. Amundson,
con la Universidad de
California-Berkeley, están investigando la habilidad no muy
bien entendida de E. coli O157:H7 y Salmonella
enterica de contaminar la lechuga romana.
Brandl trabaja en la
Unidad de Investigación de la Seguridad y Microbiología de
Productos Agrícolas mantenida por el ARS en Albany,
California.
En experimentos, los
científicos expusieron las hojas de la lechuga romana a E.
coli O157:H7 y descubrieron que, después de 24 horas, las
poblaciones del microbio fueron 10 veces más grandes en las
hojas jóvenes que en las hojas más maduras.
Una explicación: Las hojas
jóvenes ofrecen más beneficios nutricionales para E. coli.
Las hojas jóvenes tienen aproximadamente tres veces más
nitrógeno y aproximadamente 1,5 veces más carbono que las hojas
más maduras, según Brandl y Amundson.
Científicos han sabido por
décadas que las plantas exuden compuestos—de las hojas y
raíces—que las bacterias y los hongos pueden utilizar para
alimentarse. Pero el estudio de la lechuga romana, publicado
temprano este año en la revista 'Applied
and Environmental Microbiology' (Microbiología Aplicada y
Ambiental), es el primero en documentar los niveles diferentes
de las materias exudadas en las hojas de la lechuga romana de
las dos clases de edad. También es el primero en mostrar que
E. coli no sólo se agarra a las hojas, sino también se
multiplica.
Agregar nitrógeno a las hojas
más maduras aumentó el crecimiento de E. coli y también
reveló un papel clave del nitrógeno en ayudar a este patógeno.
Por esa razón, una estrategia que reduce el uso del fertilizante
de nitrógeno en los campos de la lechuga romana podría valer la
pena investigar, según Brandl.
Según
James A. Lindsay, líder del programa nacional del ARS para
investigaciones relacionadas con la seguridad alimentaria, hay
guías sobre la seguridad alimentaria—con información específica
para cada comodidad—sobre la producción y la cosecha de las
verduras frondosas tales como la lechuga. Estas guías fueron
desarrolladas mediante de una colaboración académica,
gubernamental e industrial, en un intento de estimular el uso de
buenas prácticas agrícolas.
ARS es una agencia de
investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de EE.UU. |