Washington, DC
December 18, 2008

Agricultural Research Service, USDA
By Jan
SuszkiwUsing
biotechnology, Agricultural
Research Service (ARS) scientists have fortified the
defenses of soybean plants against tiny but destructive pests
called soybean cyst nematodes (SCN).
The wormlike pests live in the
soil, where they can wriggle into soybean roots to feed, mate
and lay eggs. The damage they cause to root cells obstructs the
flow of nutrients and water to the rest of the plant, weakening
it.
Such attacks cost U.S. soybean
farmers up to $1 billion in losses annually. Although
SCN-resistant soy varieties are available, the nematodes can
eventually overcome the resistance by evolving into virulent new
races. Fumigating soils before planting can diminish the pest's
numbers, but such chemical control is costly.
As an alternative, ARS plant
physiologist
Ben Matthews and colleagues in Beltsville, Md., are
exploring the use of genetic engineering to bolster SCN
resistance in soybeans using novel or existing genes.
Earlier this year, for example,
Matthews' team completed greenhouse trials of soybean plants
whose roots had been engineered with a DNA copy of one of the
nematode's own protein-making genes. When nematodes ingest the
DNA copy, the DNA "deactivates" the expression of the pest's
corresponding gene, so it stops making the protein.
In greenhouse trials at the
ARS Soybean Genomics and Improvement Laboratory in
Beltsville, 80 to 90 percent of juvenile female nematodes that
fed on the engineered soybean roots died or failed to mature by
30 days.
Matthews' team, together with a
Towson University
bioinformatics expert, used comparative genomics and genome
sequence information from another nematode species,
Caenorhabditis elegans, to identify the SCN protein gene
they targeted.
According to Matthews, a second
round of greenhouse studies is planned to confirm the initial
results. Similar studies with other resistance-conferring genes
are under way.
Commercial soybeans derived
from the team's research are at least eight years away. That's
contingent upon successful field tests, further refinement,
regulatory approval, propagation and other requirements, notes
Matthews.
ARS is a scientific research
agency of the U.S. Department of
Agriculture.
Científicos del
Servicio de Investigación Agrícola (ARS) han utilizado
biotecnología para fortalecer las defensas de las plantas de
soya contra las plagas minúsculas y destructoras llamadas los
nematodos del quiste de la soya (SCN por sus siglas en inglés).
Estas plagas semejantes a
gusanos viven en el suelo, donde pueden retorcerse dentro de las
raíces de soya para alimentarse, aparear y poner huevos. El daño
causado en las células de las raíces obstruye el flujo de
nutrientes y agua al resto de la planta, causando debilitación.
Tales ataques les cuestan a los
granjeros estadounidenses de soya hasta 1 mil millón de dólares
en pérdidas anualmente. Aunque hay variedades de soya
resistentes a SCN, con el tiempo los nematodos pueden vencer la
resistencia desarrollándose en nuevas razas virulentas. Fumigar
los suelos antes de plantar puede disminuir los números de las
plagas, pero tal control químico es costoso.
Como una alternativa, fisiólogo
de plantas
Ben Matthews y sus colegas con el ARS en Beltsville,
Maryland, están explorando el uso de la ingeniería genética para
aumentar la resistencia contra SCN en las soyas usando genes
novedosos o existentes.
Temprano este año, por ejemplo,
el grupo de investigadores completó pruebas de invernadero con
plantas de soya cuyas raíces han sido ingeniadas para contener
una copia del ADN de uno de los genes usados por el nematodo
para producir proteínas. Cuando los nematodos ingieren la copia
del ADN durante su consumo de las raíces de la planta, el ADN
"desactiva" la expresión del gen correspondiente de la plaga,
para que el nematodo deje de hacer la proteína.
En pruebas de invernadero en el
Laboratorio de la Genómica y el Mejoramiento de Soya
mantenido por el ARS en Beltsville, Maryland, del 80 por ciento
al 90 por ciento de los nematodos juveniles femeninos que se
alimentaron en las raíces ingeniadas de soya murieron o dejaron
de madurar dentro de 30 días.
El grupo de Matthews, junto con
un experto de bioinformática con la
Universidad Towson en
Maryland, usaron la genómica comparativa e información sobre las
secuencias del genoma de otra especie de nematodo,
Caenorhabditis elegans, para identificar el gen de SCN usado en
sus investigaciones.
Según Matthews, estudios
adicionales en invernaderos son planeados para confirmar los
resultados preliminares. Estudios similares con otros genes que
confieren resistencia al SCN están en curso.
Variedades comerciales de soya
derivadas de las investigaciones del grupo no estarán
disponibles hasta por lo menos ocho años más. Esta
disponibilidad depende de los resultados exitosos de pruebas de
campo, aprobación reguladora, propagación y otros requisitos,
según Matthews.
ARS es una agencia de
investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de EE.UU.
Photo courtesy of Ben
Matthews, ARS. |