Washington, DC
September 19, 2006
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Erin Peabody, (301) 504-1624,
erin.peabody@ars.usda.gov
How sweet it is! Scientists with the Agricultural Research
Service in Sidney, Montana, may have found a natural alternative
to the copious pesticides that sugar beet growers must spray on
fields to fend off their biggest enemy: the sugar beet root
maggot.
Stefan Jaronski, an insect pathologist who works at the ARS
Northern Plains Agricultural Research Laboratory in Sidney, has
discovered that a strain of the biocontrol fungus Metarhizium
anisopliae is not only effective at killing the maggot, but is
also a vigorous colonizer that can adapt quickly to its new
environment. Jaronski's research builds on initial biocontrol
efforts by ARS scientists at Fargo, N.D., during the 1990s.
Even though the fungus is a newcomer to sugar beet soils, it's
quite capable of holding its own among the hundreds of other
microbes already established there.
The maggot is certainly worthy of a unique control strategy.
This subterranean pest gnaws on young sugar beet roots,
inflicting deep wounds that leave the plants vulnerable to
disease. It's these destructive feeding habits that make the
maggot the most important insect pest on the 1.4 million acres
of sugar beets grown in the western United States.
Right now, unfortunately, the only tools available to growers
battling it are chemical sprays, such as terbufos, phorate and
chlorpyrifos. Without them, farmers in some beet-growing
regions--like the Red River Valley of North Dakota--would lose
up to 40 percent of their beet crop.
Jaronski, who's been studying biocontrol microbes for more than
25 years, puts a lot of stock in Metarhizium. He considers them
the fatal "athlete's foot" of insects, since the fungus first
penetrates a vulnerable insect's cuticle, or "skin," using just
a few spores. After that, it grows steadily inside the insect
until finally overwhelming the host's entire body. Jaronski's
next step is to develop an optimal delivery system for the
fungus.
Read more about the research in the September 2006 issue of
Agricultural Research magazine, available online at:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/sep06/beet0906.htm
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Hongo podría mejorar los campos de la
remolacha azucarera
Servicio Noticiero del Servicio de
Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Erin Peabody, (301) 504-1624,
erin.peabody@ars.usda.gov
Es posible que los científicos del
Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en Sidney, Montana,
hayan encontrado una alternativa natural a las cantidades
copiosas de pesticidas que los cultivadores de la remolacha
azucarera (también conocida como el betabel) tienen que rociar
en los campos para controlar su peor enemigo: el gusano
radicular del betabel.
Stefan Jaronski, un patólogo de insectos que trabaja en el
Laboratorio de Investigación Agrícola de los Llanos Norteños
mantenido por ARS en Sidney, ha descubierto que una raza del
hongo de biocontrol llamado Metarhizium anisopliae no sólo es
eficaz en matar el gusano, sino también es un colonizador
vigoroso que puede adaptarse rápidamente a su nuevo ambiente. La
investigación de Jaronski es basado en estudios previos sobre
biocontrol realizados por científicos del ARS en Fargo en Dakota
del Norte durante los años noventa.
Aunque el hongo ha llegado recientemente a los suelos de la
remolacha azucarera, es muy capaz de sobrevivir entre los
cientos de otros microbios que ya están establecidos allí.
El gusano sin duda merece una estrategia única de control. Esta
plaga subterránea come las raíces jóvenes de la remolacha
azucarera, causando heridas profundas que hacen las plantas
susceptibles a enfermedades. Estos hábitos destructores de
alimentar hacen el gusano el insecto nocivo principal en los 1,4
millones de acres de remolacha azucarera cultivados en la parte
occidental de EE.UU.
Ahora mismo, desafortunadamente, las únicas herramientas
disponibles para los cultivadores para controlar el gusano son
rociadas químicas, tales como terbufos, forato, y clorpirifos.
Sin ellas, los granjeros en algunas regiones de producción de la
remolacha azucarera--tales como el Valle del Rió Rojo de Dakota
del Norte--perderían hasta como 40 por ciento de su cultivo de
remolacha.
Jaronski, quien ha estado estudiando los microbios de biocontrol
por más de 25 años, pone mucha confianza en Metarhizium. Él
considera este hongo como el "pie de atleta" fatal de insectos,
ya que el hongo primero penetra la cutícula vulnerable del
insecto, o "piel", usando sólo unas pocas esporas. Después de
eso, crece constantemente dentro del insecto hasta que al final
arrolla el cuerpo entero del huésped. El próximo paso de
Jaronski es desarrollar un sistema óptimo de entrega para el
hongo.
Lea más sobre la investigación en la revista 'Agricultural
Research' de septiembre 2006:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/sep06/beet0906.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |