Washington, DC
November 22, 2006
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Don Comis, (301) 504-1625,
donald.comis@ars.usda.gov
Having successfully turned pieces of giant soybean stalks into
charcoal briquettes, Agricultural Research Service chemical
engineer Justin Barone now believes they would make good
fiberboard and other wood-substitute products as well. ARS
geneticist Thomas E. Devine took the plants to Barone after
noticing they had a rare ability to stand up straight all
season, despite their unusual height of up to 7 feet. Soybean
plants often lodge--fall down--as they grow taller.
Barone is with the ARS Environmental Management and Byproduct
Utilization Laboratory, and Devine is with the ARS Sustainable
Agricultural Systems Laboratory, both in Beltsville, Md.
Devine suspected one reason the experimental line of soybeans
stood so straight all season was because the cellulose fibers in
their sapling-like stalks were unusually strong.
Barone's heat-measurement test supports this: A piece of the
stalk takes as long to heat up as a sturdy 2x4 pine board.
Barone hopes to design a test that plant breeders can use to
determine the strength or weakness of a plant's cellulose.
Plants could be specially bred with strong cellulose, for use in
briquettes and wood substitutes, or with weak cellulose better
suited for cellulosic ethanol production.
Finding new microbial enzymes to break down tough cellulose is a
major obstacle to producing cellulosic ethanol from plants such
as soybeans or corn. Giving breeders a test for weak cellulose
would allow them to select plants with cellulose that could be
easily converted to ethanol by existing enzymes. Devine and
agronomist James McMurtrey (recently retired from ARS) found
evidence for this two years ago, in a study showing that
naturally occurring soil microbes degraded some soybean stalks
more rapidly than others.
Soybeans have an advantage over corn and other crops because
they don't need commercial nitrogen fertilizer. This helps
ensure that producing ethanol or other products from soybeans
uses less energy.
For more details, see the November-December 2006 issue of
Agricultural Research magazine, online at:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/nov06/soybean1106.htm
ARS is the U.S. Department of Agriculture’s chief scientific
research agency.
Desarrollando variedades de soya para hacer etanol y tablero de
fibra
Servicio Noticiero del Servicio de
Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Don Comis, (301) 504-1625,
donald.comis@ars.usda.gov
Después de lograr un éxito en
convertir pedazos de los tallos de plantas gigantes de soya a
briquetas de carbón, el ingeniero químico Justin Barone del
Servicio de Investigación Agrícola (ARS) ahora cree que estos
mismos tallos harán un buen tablero de fibra, así como otros
productos sucedáneo de la madera.
El genetista del ARS Thomas E. Devine trajo estas plantas a
Barone después de notar que ellas tienen la capacidad rara de
mantenerse derechas por toda la temporada, a pesar de su altura
inusual de hasta 7 pies. Las plantas de soya a menudo se caen
cuando crecen muy alto.
Barone trabaja en el Laboratorio del Manejo Ambiental y
Utilización de Subproductos, y Devine trabaja en el Laboratorio
de Sistemas Agrícolas Sostenibles. Ambos laboratorios son parte
del Centro de Investigación Agrícola mantenido por el ARS en
Beltsville, Maryland.
Devine sospechó que una razón que la línea experimental de
plantas de soya se mantuvo tan derecha por toda la temporada fue
porque las fibras de celulosa en sus tallos eran
excepcionalmente fuertes.
El ensayo de Barone usando la medida del calor soporta esta
idea: Un pedazo de tallo toma el mismo tiempo como un tablero
sólido 2x4 de pino para calentarse.
Barone quiere diseñar un ensayo que los cultivadores de nuevas
variedades de plantas pueden usar para determinar la resistencia
o debilidad de la celulosa de la planta. Las plantas podrían ser
desarrolladas específicamente para tener celulosa fuerte, para
uso en briquetas y sucedáneos de la madera, o para tener
celulosa débil que es más apropiada para la producción de etanol
celulósico.
Encontrar nuevas enzimas microbianas para descomponer la
celulosa dura es un obstáculo mayor en la producción del etanol
celulósico de las plantas tales como soya o maíz. El desarrollo
de un ensayo para detectar la celulosa débil podría permitir a
los cultivadores de nuevas variedades de plantas a seleccionar
plantas con celulosa que podría ser fácilmente convertida al
etanol por enzimas existentes.
Devine y el agrónomo James McMurtrey (recientemente retirado del
ARS) descubrieron evidencia para esto hace dos años, en un
estudio que mostró que los microbios del suelo que ocurren
naturalmente degradaron algunos tallos de soya más rápidamente
que otros.
Las plantas de soyas tienen una ventaja sobre el maíz y otros
cultivos porque ellas no necesitan el fertilizante comercial de
nitrógeno. Esto ayuda a asegurar que la producción del etanol u
otros productos de soya requerirá menos energía.
Para más detalles, vea la revista 'Agricultural Research' de
noviembre/diciembre 2006, disponible en línea en:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/nov06/soybean1106.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |