Washington, DC
March 30, 2006
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Erin Peabody, (301) 504-1624,
ekpeabody@ars.usda.gov
How do you find the "bad" seeds in
the bunch? According to Thomas Pearson, a scientist with the
Agricultural Research Service (ARS), you listen very closely.
Pearson--who’s an agricultural engineer at the agency’s Grain
Marketing and Production Research Center in Manhattan, Kan.--has
developed an acoustics-based sorter that can distinguish between
"clean" wheat kernels and those that have been nibbled on and
spoiled by insects.
The idea behind the novel technology is simple. A wheat kernel
that’s whole and intact will make a slightly different,
high-pitched "ping" when striking a steel plate than the sound
made by a kernel that’s been tunneled through by an insect.
Because individual kernels are so small, lightweight and hard,
any acoustic energy they emit is inaudible to human ears. So,
Pearson made sure to outfit his sorting system with a special
microphone that can pick up ultra-sonic sounds at exceptionally
high frequencies.
After assessing the kernels’ acoustic qualities, the sorter will
shunt the insect-damaged wheat kernels from a random sample into
one bin, and send "acceptable" kernels into another. It can even
pinpoint kernels with tiny insect larvae hiding inside them, a
feat that, for grain inspectors, is like trying to find a needle
in a haystack.
Every year, more than $1.5 billion worth of U.S. wheat and other
grains must be discarded or downgraded because of post-harvest
damage by insect pests. Despite preventive measures, the
pests--ranging from moth larvae to small flour beetles--still
manage to find their way into grain storage facilities.
Now, most grain inspectors must laboriously sift through samples
of grain by hand, relying on the naked eye to spot wheat kernels
that have been spoiled by insects. It can take more than 20
minutes to examine a 100-gram sample, or one weighing about
one-quarter of a pound.
Pearson’s sorter can analyze the same sample in about 75
seconds, or at a rate of 40 kernels per second. And it
successfully detects damaged kernels 87 percent of the time.
The technology--which would undoubtedly lead to more accurate
estimates of insect damage in wheat loads--is now ready for a
private-sector partner to help bring it to market.
ARS is the U.S. Department of Agriculture’s chief, scientific
research agency.
Cómo "cantan" las semillas de trigo es una señal de su calidad
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés) Erin
Peabody, (301) 504-1624,
ekpeabody@ars.usda.gov
¿Cómo encuentra las semillas "malas" en un grupo? Según Thomas
Pearson, un científico con el Servicio de Investigación Agrícola
(ARS), tiene que escuchar muy atentamente.
Pearson, quien es un ingeniero agrícola en el Centro de
Investigación de Mercadear y Producción de Grano mantenido por
ARS en Manhattan, Kansas, ha desarrollado un separador basado en
acústica que puede distinguir entre las semillas de trigo
"limpias" y aquellas que han sido picadas y dañadas por
insectos.
La idea detrás de la tecnología original es simple. Una semilla
de trigo que está entera e intacta hará un "sonido metálico" un
poco diferente cuando golpeando contra una placa de acero
comparado con el sonido hecho por una semilla que ha sido
excavada por un insecto.
Ya que las semillas individuales del trigo son tan pequeñas,
duras y de peso ligero, cualquier energía acústica que ellas
emitan es inaudible para los oídos humanos. Así que, Pearson
equipó su sistema de clasificación con un micrófono especial que
puede recoger sonidos ultrasónicos en frecuencias
excepcionalmente altas.
Después de evaluar las calidades acústicas de las semillas, el
separador moverá las semillas de trigo dañadas de una muestra
aleatoria a un recipiente, y mandará las semillas "aceptables" a
otro recipiente. También puede identificar las semillas que
tienen una larva dentro de la semilla, una proeza que, para los
inspectores de grano, es como buscar una aguja en un pajar.
Cada año, trigo y otros granos estadounidenses con un valor de
más de 1,5 mil millones de dólares tienen que ser desechados o
bajados de categoría por el daño postcosecha por las plagas de
insectos. A pesar de las medidas preventivas, las plagas--desde
la larva de polilla hasta los escarabajos pequeños de
harina--todavía encuentran la manera de invadir las
instalaciones de almacenaje de granos.
Ahora, la mayoría de inspectores de grano tienen que examinar
cuidadosamente y penosamente las muestras de grano a mano,
confiando en el ojo para identificar semillas de trigo que han
sido dañadas por insectos. Se puede tomar más de 20 minutos para
examinar una muestra de 100 gramos, o una que pesa como un
cuarto de una libra.
El separador de Pearson puede analizar la misma muestra en como
75 segundos, o en una tasa de 40 semillas por segundo. Y detecta
exitosamente las semillas dañadas el 87 por ciento del tiempo.
La tecnología--la cual sin duda llevará a estimados más precisos
de los daños por insectos en las cargas de trigo--ahora está
disponible para que un socio del sector privado la saque al
mercado.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |