Sao Paulo, Brazil
11 de enero de 2006
La
demanda de los agricultores ha impulsado unos aumentos
anuales de dos dígitos en la adopción de cultivos
biotecnológicos desde que éstos comenzaron a comercializarse
hace una década. En el año 2005, cuatro nuevos países y
250.000 nuevos agricultores plantaron cultivos
biotecnológicos como parte de un incremento mundial del 11%
en la superficie dedicada a cultivos biotecnológicos, de
acuerdo con un informe dado a conocer hoy, elaborado por el
Dr. Clive James, presidente y fundador del Servicio
Internacional para la Adquisición de Aplicaciones
Agrobiotecnológicas (International
Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications,
ISAAA).
Desde el
inicio de su comercialización, la superficie mundial
dedicada a cultivos biotecnológicos se ha multiplicado por
más de cincuenta, y ha pasado de los 1,7 millones de
hectáreas cultivadas en seis países en 1996 hasta los 90
millones de hectáreas cultivadas en 21 países en el 2005.
Los 8,5 millones de agricultores dedicados a los cultivos
biotecnológicos en el 2005 marcaron también un importante
hito al alcanzar una plantación acumulada , de 400 millones
de hectáreas desde 1996.
La soja
tolerante a herbicidas continúa siendo el cultivo más
ampliamente adoptado, y supone el 60% de la superficie
mundial total. Las variedades que presentan diversas
modificaciones genéticas son cada vez más populares y
representan el 10% de la superficie mundial. En el 2005, se
plantaron 100 millones de estas variedades.
“Agricultores
de Estados Unidos e Irán, y de cinco países de la Unión
Europea demuestran su confianza en los cultivos
biotecnológicos, tal como lo indica el elevado e inusual
índice de adopción de estos cultivos”, dijo el Dr. James,
presidente y fundador del ISAAA. “La continua expansión de
los países que plantan cultivos biotecnológicos legitima
también los importantes beneficios económicos, ambientales y
sociales relacionados con estos cultivos”.
En particular,
en el año 2005 Irán plantó su primer cultivo de arroz
biotecnológico,.. La República Checa plantó maíz Bt
por primera vez, convirtiéndose en el quinto país de la
Unión Europea en adoptar los cultivos biotecnológicos, junto
con España, Alemania, Francia y Portugal. Estos dos últimos
países reanudaron los cultivos de maíz biotecnológico tras
un intervalo de ausencia de cultivos de cuatro y cinco años
respectivamente. Este hecho podría significar un importante
cambio de tendencia en la Unión Europea.
Dos tercios o
14 de los 21 países que plantan cultivos biotecnológicos
alcanzaron la categoría de “mega-país” al plantar 50.000
hectáreas o más en el 2005, incluyendo Estados Unidos,
Argentina, Brasil, Canadá, China, Paraguay, India,
Sudáfrica, Uruguay, Australia, México, Rumania, Filipinas y
España.
España sigue
siendo el único país de la UE que incrementó
significativamente la superficie de cultivos
biotecnológicos. Aunque se plantaron de 70.000 a 80.000
hectáreas de maíz Bt, sólo se cosecharon 48.000
hectáreas debido a la grave sequía que redujo el porcentaje
total del cultivo de maíz. El total de hectáreas en España
de maíz Bt alcanzó el 11% del total de maíz
cultivado.
Brasil
experimentó el crecimiento más destacado, aumentando su
superficie dedicada a soja biotecnológica en un 88% hasta
alcanzar un número provisional de 9,4 millones de hectáreas
en el 2005. India mostró el mayor crecimiento proporcional,
prácticamente el triple, al plantar 1,3 millones de
hectáreas de algodón Bt en el 2005, en comparación
con las 500.000 hectáreas del 2004.
Cuando se
comercializaron por primera vez los cultivos
biotecnológicos, los críticos sugirieron que la tecnología
no tendría ningún valor en el mundo en vías de desarrollo.
En la actualidad, los agricultores con escasos recursos en
los países en vías de desarrollo representan el 90% de los
8,5 millones de agricultores que se benefician de la
biotecnología, mientras que las naciones en vías de
desarrollo más de un tercio de la superficie biotecnológica
mundial en el 2005.
“Los cultivos
biotecnológicos han incrementado los ingresos de 7,7
millones de agricultores con escasos recursos en China,
India, Sudáfrica, Filipinas y otros siete países en vías de
desarrollo, paliando así su extrema pobreza”, dijo el Dr.
James. “Una mayor comercialización del arroz biotecnológico,
el cultivo alimenticio más importante de los 1.300 millones
de pobres del mundo y de los 850 millones de hambrientos y
desnutridos, puede favorecer todavía más este esfuerzo. El arroz
biotecnológico podría aportar una importante contribución al
formidable objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones
Unidas, destinado a reducir la pobreza, el hambre y la
desnutrición en un 50% para el año 2015”.
James indicó que
el futuro resulta prometedor en lo que se refiere al continuo
aumento de los niveles de adopción de la Biotecnología
alimentaria en la próxima década: “Soy moderadamente optimista,
y pienso que el crecimiento estelar experimentado durante la
primera década de comercialización no sólo continuará, sino que
será superado en la segunda década”, añadió James. “Cabe esperar
un aumento de la cantidad de países y agricultores dedicados a
la plantación de cultivos biotecnológicos, especialmente en los
países en vías de desarrollo, a la vez que cabe esperar el
relevo de la segunda generación en los países en vías de
desarrollo”.
De acuerdo con
este informe, otros indicadores de crecimiento continuo incluyen
la esperada y próxima adopción del arroz biotecnológico por
parte de China, unos alimentos y unos productos alimenticios
biotecnológicos más nutritivos y la anticipada introducción de
nuevos productos de cultivos utilizados como recursos renovables
para una producción de combustibles biológicos más sostenible y
económica. El ISAAA prevé que el valor mundial del mercado de
los cultivos biotecnológicos crecerá de los $5.250 millones del
2005 (cerca €4.349) a $5.500 millones en el 2006 (cerca €4.555).
Se puede
acceder al resumen ejecutivo del informe en
www.isaaa.org.
El Servicio
Internacional para la Adquisición de Aplicaciones
Agrobiotecnológicas (ISAAA) es una organización sin ánimo de
lucro con una red internacional de centros diseñada para
contribuir al alivio del hambre y la pobreza mediante el uso de
aplicaciones biotecnológicas. Clive James, presidente y fundador
del ISAAA, ha vivido y trabajado durante los últimos 25 años en
diversos países en vías de desarrollo de Asia, América Latina y
África, dedicado a la investigación agrícola y a temas de
desarrollo, con especial atención a la biotecnología alimentaria
y la seguridad alimentaria mundial.
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