Washington, DC
November 7, 2005
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
A key genetic discovery by
Agricultural Research Service (ARS) and university scientists
opens the door to breeding soybeans that can resist Chinese
soybean aphids.
Since first being detected in Wisconsin in 2000, the soybean
aphid (Aphis glycines) has spread across the Midwest and into
the Deep South, causing millions of dollars of losses to the
legume crop. Growers have fought back with insecticide spraying,
a practice that adds $12 to $25 per acre to their production
costs.
ARS plant pathologist Glen Hartman and University of Illinois
(UI) collaborators at Urbana have worked to find cheaper,
longer-term alternatives. In early 2004, their efforts paid off
with the discovery of Rag1, a single gene conferring resistance
to the exotic aphid in two southern cultivars that are no longer
grown.
Normally, the sap-sucking pest causes harm in the form of
stunted growth, disfigured leaves, poor pod formation, and the
plant's eventual death. But in tests, neither wingless female
aphids nor their nymph offspring survived for long when confined
to the resistant beans' leaves. Typically, 94 to 100 percent of
female aphids died within 10 days--compared to 17 percent on
"Pana," a nonresistant variety--reports Hartman, at ARS'
Soybean/Maize Germplasm, Pathology, and Genetics Research Unit
in Urbana. Nymphs suffered a similar fate, he adds.
Hartman and UI collaborators Curtis Hill, Shawn Carlson, Brian
Diers and Yan Li identified the aphid resistance after screening
800 commercial soybean cultivars and 3,000 germplasm accessions
managed by ARS in Urbana. Since publishing their finding in Crop
Science, the team has mapped Rag1's genetic whereabouts on the
resistant beans' DNA (deoxyribonucleic acid). They've also
identified marker regions and devised technology to detect them
so that soybean breeders can rapidly identify resistant plants.
New, high-yielding cultivars bred to express Rag1 could be
available by 2008. Meanwhile, the team's search for other
resistance genes continues.
Read more about their work in the November 2005 issue of
Agricultural Research magazine, available online at:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/nov05/soy1105.htm
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
La soya del futuro podría poseer resistencia al áfido
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
Un importante descubrimiento genético por los científicos del
Servicio de Investigación Agrícola (ARS) y algunos
investigadores universitarios abre la puerta al desarrollo de
cultivares de soya que pueden resistir los ataques del áfido de
la soya.
Desde su detección por primera vez en EE.UU. en Wisconsin en
2000, el áfido Aphis glycines se ha extendido por la región del
oeste medio al sur, causando millones de dólares en pérdidas en
la cosecha de soya. Los cultivadores han combatido estos ataques
con aplicaciones de insecticidas, pero esta práctica agrega de
12 a 25 dólares por acre a sus gastos de producción.
El patólogo de plantas Glen Hartman del ARS y sus colaboradores
en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign han trabajado
para descubrir alternativas más económicas que duran por más
tiempo. Al principio de 2004, sus actividades resultaron en el
descubrimiento de Rag1, un solo gene que provee resistencia
contra el áfido en dos variedades sureñas de soya que ya no
están cultivadas.
Normalmente, esta plaga, el cual absorbe la savia, causa daño a
la planta por crecimiento atrofiado, hojas estropeadas,
formación mala de las vainas, y eventualmente la muerte de la
planta. Pero en ensayos, ni los áfidos femeninos sin alas ni su
cría de ninfas sobrevivieron por mucho tiempo después de ser
confinados a las hojas de las soyas resistentes.
Típicamente, de 94 a 100 por ciento de los áfidos femeninos
murieron dentro de 10 días, comparados con 17 por ciento en
'Pana', una variedad de soya que es susceptible al áfido,
reporta Hartman, quien trabaja en la Unidad de Investigación del
Germen Plasma, la Patología y la Genética de Soya y Maíz,
mantenida por ARS en Urbana. Las ninfas sufrieron un destino
similar, él dice.
Hartman y sus colaboradores universitarios Curtis Hill, Shawn
Carlson, Brian Diers y Yan Li identificaron la resistencia
contra los áfidos después de evaluar 800 cultivares comerciales
de soya y 3.000 accesiones de germen plasma mantenidas por ARS
en Urbana. Desde la publicación de su hallazgo en la revista
'Crop Science' (Ciencia de Cosechas), el grupo ha mapeado la
posición genética de Rag1 en el ADN (ácido deoxiribonucleico) de
las soyas que tienen resistencia. El grupo también ha
identificado regiones de ADN con marcadores genéticos
importantes y ha desarrollado una tecnología para detectar estas
regiones que permitirá que los criadores de nuevas variedades de
soya puedan identificar rápidamente las plantas que tienen
resistencia.
Nuevos cultivares desarrollados específicamente para adquirir
Rag1 y producir rendimientos altos podrían ser disponibles en
2008. Mientras tanto, el grupo continúa buscando otros genes que
proveen resistencia al áfido.
Lea más sobre esta investigación en la revista 'Agricultural
Research' de noviembre 2005:
http://www.ars.usda.gov/is/espanol/AR/archive/nov05/soy1105.es.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |