Washington, DC
June 27, 2005
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
George Vandemark likes his DNA (deoxyribonucleic acid) "shaken,
not stirred"--recalling the fictional British secret agent James
Bond. Stirring, or centrifugation, is a key step by which
diagnostic labs genetically identify crop pathogens inhabiting
farmers' soils.
But shaking, not stirring, the DNA may give farmers more bang
for their diagnostic buck, reports Vandemark, an Agricultural
Research Service geneticist in Prosser, Wash.
Normally, diagnosticians use centrifugation to separate pathogen
DNA from other soil sample debris. Polymerase chain reaction and
other so-called fingerprinting steps then determine whether the
DNA's genetic patterns match those of a particular crop
pathogen. The problem is, today's DNA extraction kits only work
with 10-gram soil samples. And at around $15 per test, such
extraction can become prohibitive for field-wide surveys--for
example, to choose appropriate fungicides or resistant crop
varieties, according to Vandemark, in ARS' Vegetable and Forage
Crop Research Unit in Prosser.
His solution was to use paint can shakers, like those used in
hardware stores. Instead of paint, though, he modified the
shakers to hold test tubes capable of storing 70 grams of soil.
To the tubes, he adds small glass beads and a buffer. The beads
smash the cells of pathogens in the sample while the buffer
protects their escaping DNA from damage by enzymes. After
extraction, Vandemark uses PCR-based fingerprinting to determine
the pathogen's genetic identity.
He began experimenting with the paint can shaker idea in 2004,
and has used it to extract miscellaneous DNA from three
different soil types in the Columbia Basin. His chief targets
are Verticillium, Phytophthora and Fusarium fungi that plague
Pacific Northwest potatoes, which comprise over half the
nation's $3 billion tuber crop. Detecting DNA of soil-borne
roundworms that cause disease of potatoes is another goal.
Vandemark plans more tests using different soil types and
welcomes commercial interest in refining the modification, which
he estimates could save farmers hundreds of dollars per field in
disease-diagnostic costs.
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Vigilar los patógenos es más fácil con un agitador de latas de
pintura
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
27 de junio 2005
George Vandemark prefiere el ADN (ácido desoxirribonucleico)
"agitado, no removido"-- semejante a la predilección del agente
ficticio James Bond del servicio secreto británico. Agitar, o el
proceso de centrifugación, es un paso clave que ayuda a los
laboratorios diagnósticos a identificar genéticamente los
patógenos de plantas que infectan los suelos agrícolas.
Pero agitar, no remover, el ADN podría dar a los granjeros más
información en cambio por sus gastos de diagnóstico, dice
Vandemark, un genetista con el Servicio de Investigación
Agrícola (ARS) en Prosser en el estado de Washington.
Normalmente, los expertos en hacer diagnósticos usan
centrifugación para separar el ADN de los patógenos de los
restos de la muestra de suelo. Entonces usan reacción en cadena
de la polimerasa (PCR por sus siglas en inglés) y otros procesos
de identificación para determinar si los patrones genéticos del
ADN igualan aquellos de un patógeno particular de cosechas.
Pero hay un problema: Los equipos de hoy en día para la
extracción del ADN solamente funcionan con una muestra de 10
gramos de suelo. Y con un costo de como 15 dólares por cada
ensayo, tal extracción podría ser demasiada costosa para
investigaciones de campos enteros--por ejemplo, para escoger los
fungicidas apropiados y las variedades de cosechas con
resistencia a los patógenos, según Vandemark. Él trabaja en la
Unidad de Investigación de Cosechas de Verduras y Forrajes,
mantenida por ARS en Prosser.
Su solución era utilizar agitadores para latas de pinturas,
semejante a aquellos usados en ferreterías. En lugar de pintura,
él modificó los agitadores para agarrar tubos de ensayo que
pueden almacenar hasta 70 gramos de suelo. En los tubos, él pone
pequeñas cuentas de vidrio y una solución tampón. Las cuentas
rompen las células de los patógenos en la muestra, mientras que
la solución tampón protege el ADN escapando contra el daño por
enzimas. Después de la extracción, Vandemark hace "impresiones
dactilares genéticas" basadas en PCR para determinar la
identidad genética del patógeno.
Vandemark empezó sus experimentos con el agitador de latas de
pintura en 2004, y lo ha usado para extraer ADN diverso de tres
tipos diferentes de suelo en la Cuenca de Columbia. Sus
objetivos principales son los hongos Verticillium, Phytophthora
y Fusarium que atormentan las patatas de la región
Pacífico-Noroeste. Estas patatas proveen más de la mitad de la
cosecha entera de patatas estadounidenses, la cual tiene un
valor de 3 mil millones de dólares. Otra meta es la detección
del ADN de los ascárides que viven en el suelo y causan
enfermedades de patatas.
Vandemark planea ensayos adicionales usando tipos diferentes de
suelo y busca un socio comercial para refinar la modificación.
Él calcula que esta modificación podría ahorrar a los granjeros
cientos de dolares en costos de diagnósticos de enfermedades en
los campos.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |