ARS News
Service
Agricultural Research Service, USDA
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
March 29, 2004
A fungus may
hold the key to unlocking new, value-added uses for corn fiber
and distiller's dry grains with solubles (DDGS) - the
"leftovers" of making ethanol. That's the hope of Agricultural
Research Service scientists, who modified the fungus Fusarium
sporotrichioides with genes for making lycopene and other
carotenoids.
Lycopene, a
pigment that makes tomatoes red, is considered a "nutraceutical"
for its purported health benefits. Some research suggests
lycopene helps prevent certain cancers in people who routinely
consume foods containing the carotenoid. Supplements are
available for consumers who can't or don't want to eat these
foods, but still desire lycopene's benefits, notes geneticist
Timothy Leathers, at the ARS National Center for Agricultural
Utilization Research, Peoria, Ill.
In the
modified fungus, Leathers sees a potential way to mass-produce
lycopene from ethanol co-products like corn fiber rather than
extract and purify the carotenoid from tomatoes. Corn fiber is
ideal because it's abundant and costs about five cents a pound.
The U.S. ethanol industry generates four million tons of the
fiber annually, and sells it as livestock feed to avoid disposal
fees. The same applies for DDGS, notes Leathers, at the ARS
center's Fermentation Biotechnology Research Unit.
Proof-of-concept studies at the Peoria center showed that when
cultured in lab flasks, the modified fungus produced 0.5
milligram of lycopene per gram of dry weight within six days.
The plan now is to scale up the studies by culturing the fungus
in fermenters on a growth medium containing the corn fiber or
DDGS.
To equip F.
sporotrichioides for the job, the team first "short-circuited"
the metabolic pathways by which it makes natural trichothecene
toxins. Then, using a patented recombinant technique
(6,372,479), the team "re-wired" the fungus with new genes for
making lycopene. ARS patented the microbe on Feb. 24
(6,696,282). Leathers' colleagues are James Jones of
Northwestern University and Thomas Hohn of Syngenta. Both are
former ARS scientists.
ARS is USDA's
chief scientific research agency.
Hongo de maíz se utiliza para la producción de carotenoides
Servicio
Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS siglas en
inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
29 de marzo 2004
Un hongo
podría tener la clave para revelar nuevos usos valiosos para la
fibra de maíz y los granos secos de destilería solubles (DDGS
por sus siglas en inglés), los cuales son los sobrantes de la
producción de etanol. Esta es la esperanza de los científicos
del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) que modificaron el
hongo Fusarium sporotrichioides con genes que tienen un papel en
la producción de licopeno y otros carotenoides.
Licopeno, un
pigmento que le da el color rojo al tomate, se considera como un
compuesto nutracéutico por sus beneficios posibles de salud.
Algunas
investigaciones sugieren que licopeno ayuda a prevenir ciertos
cánceres en las personas que de rutina consumen comidas que
contienen este carotenoide. Suplementos están disponibles para
consumidores que no pueden o no quieren comer estas comidas,
pero todavía desean los beneficios del licopeno, según el
genetista Timothy Leathers, en el Centro Nacional para la
Investigación de Utilización Agrícola (NCAUR por sus siglas en
inglés), mantenido por el ARS en Peoria, Illinois.
En el hongo
modificado, Leathers ve un método posible para producir en masa
el licopeno de los subproductos de etanol, tal como la fibra de
maíz, en vez de extraer y purificar el carotenoide de tomates.
La fibra de maíz es ideal porque es abundante y cuesta como
cinco centavos por libra. La industria de etanol de EE.UU.
produce cuatro millones de toneladas de la fibra anualmente, y
la vende como pienso para el ganado para evitar los costos de
eliminación. Lo mismo se aplica a DDGS, dice Leathers, en la
Unidad de Investigación de la Biotecnología de Fermentación del
NCAUR.
Estudios
para probar el concepto en el centro en Peoria mostraron que
cuando cultivado en matraces de laboratorio, el hongo modificado
produce 0,5 miligramos de licopeno por gramo de peso seco dentro
de seis días.
El plan
ahora es aumentar los estudios cultivando el hongo en
fermentadores en un medio de cultivo que contiene la fibra de
maíz o DDGS.
Para
preparar F. sporotrichioides para hacer este trabajo, el grupo
primero pasó por encima los caminos metabólicos que el hongo
utiliza para hacer las toxinas naturales conocidas como
tricotecenos. Luego, usando una técnica patentada (6.372.479),
el grupo le dió al hongo genes nuevos para producir licopeno.
ARS patentó el microbio el 24 de febrero (6.696.282). Los
colegas de Leather son James Jones de la Universidad
Northwestern, y Thomas Hohn de la empresa Syngenta. Ambos son
antiguos científicos del ARS.
ARS es la
agencia principal de investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de EE.UU. |