August 5, 2004
By
Jan Suszkiw, USDA/ARS
There's a
showdown at the Mead Ranch in California's Napa
Valley this summer. In one corner is a biocontrol rust fungus;
in the other, the invasive weed yellow starthistle (YST).
Agricultural Research Service
and
California Department of Food and Agriculture (CDFA)
scientists are refereeing the affair, but they're far from being
impartial. In fact, they're rooting for the rust fungus,
Puccinia jaceae var. solstitialis, whose spores they sprayed
onto YST-infested pasture at the Mead Ranch earlier this spring.
Since
arriving in the United States from abroad in mid-1800s, YST,
Centaurea solstitialis, has elbowed aside native plants and
established itself as an invasive weed in many of the 48
contiguous states. California has the largest infestation with
14-plus million acres.
According to
ARS plant pathologist Bill Bruckart, the Mead Ranch release
marks the first U.S. field use of a fungus to biologically
control YST. Mowing, herbicide spraying and prescribed burning
are some of the ways that landowners now battle the invasive
weed. The rust fungus is appealing because it's self-spreading,
host-specific and unrelenting once it becomes established on YST
populations, according to Bruckart, at the ARS
Foreign Disease-Weed Science Research Unit at Frederick, Md.
Bruckart
and CDFA collaborators Dale Woods and Mike Pitcairn first
released the fungus in July 2003 after obtaining federal, state
and regional approval. Since spraying the fungus' spores again
this spring, the team has been closely monitoring the ranch
site's YST populations for disease symptoms, such as
orange-brown pustules on the thistle's stem and leaves. The
rust's unaided spread beyond the spray zone is also of interest.
The fungus,
whose release caps 25 years of quarantined research, joins five
other previously released biological control organisms against
YST. These include two exotic flies and three weevils that
diminish YST's seed-producing ability.
Read more about the
research in this month's issue of Agricultural Research
magazine.
ARS is the
U.S. Department of Agriculture's chief scientific research
agency.
Utilizando la roya para combatir abrepuño
amarillo
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
5 de agosto 2004
Hay un enfrentamiento este verano en el Rancho Mead en el Valle
de Napa en California. En una esquina está la roya en su papel
como un agente de biocontrol; en la otra, la mala hierba
invasora abrepuño amarillo (YST por sus siglas en inglés).
Algunos científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS)
y del Departamento de Alimentos y Agricultura de California
(CDFA por sus siglas en inglés) son los árbitros en esta pelea,
pero definitivamente no son imparciales. De hecho, ellos
favorecen a la roya, Puccinia jaceae var. solstitialis, y esta
primavera rociaron esporas de la roya en los pastos infestados
con YST en el Rancho Mead.
Desde que llegó a EE.UU. a mediados del siglo XIX, la mala
hierba YST, también conocida como Centaurea solstitialis, ha
desplazado las plantas nativas y se ha establecido como una mala
hierba invasora en muchos de los 48 estados contiguos de EE.UU.
California tiene la infestación más grande, con más de 14
millones de acres afectados.
Según el patólogo de plantas Bill Bruckart del ARS, el
lanzamiento de la roya en el Rancho Mead es el primer uso de un
hongo en campos de EE.UU. para controlar biológicamente YST. Los
terratenientes ahora combaten la mala hierba invasora
cortandola, quemandola o rociando herbicidas, entre otros
métodos de control. Según Bruckart, quien trabaja en la Unidad
de Ciencia de Malas Hierbas y Enfermedades Exóticas, mantenida
por el ARS en Frederick, Maryland, la roya es atrayente porque
se esparce por sí sola, ataca solamente un huésped específico, y
es inexorable después de establecerse en las poblaciones de YST.
Bruckart y sus colaboradores del CDFA Dale Woods y Mike Pitcairn
primero lanzaron el hongo en julio del 2003 después de obtener
aprobaciones federales, estatales y regionales. Desde la
rociadura de las esporas del hongo esta primavera, el grupo ha
observado atentamente las poblaciones del YST del rancho para
detectar síntomas de la enfermedad, tales como pústulas del
color anaranjado castaño en los tallos y hojas de la mala
hierba. Los científicos también tienen interés en la propagación
de la roya sin ayuda más alla de la zona de rociadura.
El lanzamiento de este hongo es la culminación de 25 años de
estudios en cuarentena. Anteriormente, otros cinco organismos de
control biológico fueron lanzados para combatir YST. Estos
incluyen dos moscas exóticas y tres gorgojos que disminuyan la
capacidad del YST para producir semillas.
Más información sobre la investigación aparece en la revista
'Agricultural Research' de agosto.
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/aug04/fungus0804.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |