ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Erin Kendrick-Peabody, (301) 504-1624,
ekpeabody@ars.usda.gov
July 28, 2003
A fungus discovered by an Agricultural Research Service
scientist crowds out its relatives, steals their food and
space--and could prove to be an important ally to farmers across
Arizona and Texas. Known simply as AF36, the naturally occurring
fungus crowds out harmful fungi that can contaminate crops, a
burden costing the U.S. cotton industry up to $10 million
annually.
ARS scientist Peter J. Cotty discovered this "atoxigenic" strain
of fungus and used it to invent a biocontrol strategy for
fighting fungal toxins that may spoil some crops. Now, after 11
years of studies and field tests on more than 80,000 acres, AF36
has received approval from the U.S. Environmental Protection
Agency for use on cotton throughout Arizona and Texas.
Aflatoxin is a toxic compound produced by some strains of the
fungus Aspergillus flavus that may occur on cottonseed, corn and
peanuts. Cottonseed is the main feed of dairy cows, so a safe
milk supply relies on "clean" cottonseed. Because toxins may be
transferred to milk, the U.S. Food and Drug Administration
maintains a stringent 20-parts-per-billion limit on aflatoxin in
cottonseed. Anything more renders the cottonseed unmarketable.
Cotty, a plant pathologist at ARS' Southern Regional Research
Center in New Orleans, La., developed a strategy to aid farmers:
alter fungi in fields so that they don't produce aflatoxins. It
was a simple-sounding solution, but one requiring an expert
knowledge of fungi and 17 years of lab and field studies.
Fungi compete with one another for limited space and nutrients
to survive. Playing on this biological fact, Cotty seeded
affected fields with the AF36 strain he discovered in Arizona,
essentially pitting this benign strain of A. flavus against
toxin-producing ones. The good news: In the field tests, AF36
reduced toxic strains by up to 90 percent.
The real advantage of AF36, however, lies in its delivery. Wheat
seed, colonized with the beneficial strain, is distributed on
top of the soil after the last cultivation. With a ready food
supply of wheat, AF36 gets a step ahead of other fungi in its
colonization.
ARS collaborated with the Arizona Cotton Research and Protection
Council to develop a commerical process for producing and
delivering atoxigenic formulations. A facility in Phoenix,
Ariz., has the ability to generate up to 1.5 million pounds of
atoxigenic product annually, a feat that would require several
years in a laboratory.
A U.S. Department of Agriculture multicrop aflatoxin working
group collaborated with state agencies and local and national
industry partners to provide key support to this research
effort.
ARS is the USDA's chief in-house scientific research agency.
Un hongo nuevamente aprobado podría
ayudar a "limpiar" el algodón
Servicio Noticiero
del Servicio de Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Erin Kendrick-Peabody, (301) 504-1624,
ekpeabody@ars.usda.gov
28 de julio 2003
Un hongo descubierto por un científico del Servicio de
Investigación Agrícola (ARS) que displazca sus parientes y roba
su comida y espacio, podría ser un aliado importante a los
cultivadores del algodón a través de Arizona y Tejas. Conocido
simplemente como "AF36", el hongo que ocurre naturalmente
displazca los hongos dañinos que pueden contaminar las cosechas,
un estorbo que cuesta hasta 10 millones de dólares anualmente a
la industria de algodón de EE.UU.
El científico de ARS Peter J. Cotty descubrió esta raza no
toxicogénica y la usó en el desarrollo de una estrategia de
biocontrol para combatir las toxinas funginas que podrían
estropear algunas cosechas. Ahora, después de 11 años de
estudios e investigaciones del campo en más de 8.000 acres, AF36
ha recibido aprobación de la Agencia para la Protección del
Medio Ambiente de EE.UU. (EPA por sus siglas en inglés) para el
uso del hongo en algodón a través de Arizona y Tejas.
Aflatoxina es un compuesto tóxico producido por algunos tipos
del hongo 'Aspergillus flavus' que pueden ocurrir en las
semillas de algodón, el maíz y los cacahuetes. La semilla de
algodón es el alimento primario de las vacas lecheras, así que
la provisión segura de leche depende de la semilla de algodón
sin contaminación. Porque las toxinas pueden ser transmitidas a
la leche, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados
Unidos (FDA por sus siglas en inglés) tiene un límite estricto
de 20 partes por mil millón de aflatoxina en la semilla de
algodón. Si el nivel es más alto, no se puede vender la semilla
de algodón.
Cotty, un patólogo de plantas en el Centro de Investigación de
la Región del Sur de ARS en Nuevo Orleans, Luisiana, desarrolló
una estrategia para ayudar a los granjeros: modificar los hongos
en los
campos así que ellos no producen aflatoxina. La solución pareció
simple, pero requirió un conocimiento extendido de los hongos y
17 años de estudios en el laboratorio y el campo.
Los hongos compiten entre ellos mismos por espacio y nutrientes
limitados para sobrevivir. Cotty sabía y utilizó este hecho
biológico; en campos contaminados con aflatoxina, él sembró la
raza de AF36 que él descubrió en Arizona, así que AF36
competiría contra los hongos que producen aflatoxina. Las buenas
noticias: En los ensayos de campo, AF36 redujo las razas tóxicas
del hongo por hasta 90 por ciento.
Sin embargo, la ventaja verdadera de AF36 resulta de su moda de
entrega. Se cultiva la semilla de trigo con AF36 y luego se
aplica esta semilla encima del suelo después de la última
cultivación. Con este trigo disponible para comer, AF36 puede
crecer más rápido que los hongos dañosos.
ARS colaboró con el Consejo de Arizona sobre la Investigación y
la Protección de Algodón para desarrollar el proceso de producir
y entregar comercialmente las formulaciones de aflatoxina no
toxicogénica. Un centro en Phoenix, Arizona, puede producir
hasta 1,5 millón libras anualmente de alflatoxina no
toxicogénica--una hazaña que requeriría varios años en el
laboratorio.
Colaboradores en este esfuerzo de investigación incluyen un
grupo de trabajo del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA
por sus siglas en inglés) enfocado en los problemas de
aflatoxina en muchas cosechas; agencias estatales, y socios de
industria locales y nacionales.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas de
USDA. |