ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
August 11, 2003
Protecting corn crops with "flower power" is Eric Johnson's
focus as one of about 20 Agricultural Research Service
scientists who will discuss their work and latest findings Aug.
9-13 at the Phytochemical Society of North America's (PSNA)
annual meeting in Peoria, Ill.
A research associate at ARS' National Center for Agricultural
Utilization Research in Peoria, Johnson is conducting studies
aimed at developing corn plants that carry genes for making
anthocyanins. These are pigments that, depending on pH
conditions, impart red and purple color to many kinds of
flowers, fruits (visualize blueberries) and vegetables.
Johnson's anthocyanin interests aren't of the aesthetic kind,
however.
Rather, he is
following up on prior research suggesting large amounts of
anthocyanins can deter some insects from feeding. Specifically,
Johnson set his sights on the fall armyworm and corn earworm. As
a caterpillar, the latter insect costs U.S. corn growers $1
billion annually in crop losses and chemical control expenses.
At the ARS center's Crop Bioprotection Research Unit, Johnson is
feeding the
caterpillars a diet they'd normally benefit from, except for one
secret ingredient: a 1,000-parts-per-million dose of
delphinidin. It's one of several anthocyanins available
commercially.
During the PSNA's "Art Niesh Young Investigator Mini Symposium"
on Monday, Aug. 11, Johnson will report his observations to
date. These include a 60 percent decrease in the weight of
armyworms fed a diet containing delphinidin, compared to a
control group. Chemical insecticide is now used to fight this
pest, as well as the corn earworm. But Johnson's work could
eventually lead to new corn hybrids whose silks mass-produce the
anthocyanin pigments as a built-in defense against the
caterpillars before they chew their way to the kernels. ARS
entomologist Pat Dowd, the lead scientist on the work, is
especially interested in stopping the pests from spreading fungi
that can sometimes contaminate
corn kernels with toxins such as aflatoxin and fumonisins, which
are harmful to humans and livestock.
ARS is the U.S.
Department of Agriculture's chief scientific research agency.
Pigmentos pueden proteger el maíz
contra los insectos
Servicio Noticiero
del Servicio de Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
11 de agosto 2003
Proteger las cosechas de maíz con un ingrediente de las flores
es el foco de Eric Johnson, uno de 20 científicos del Servicio
de Investigación Agrícola (ARS) que discutirán sus obras y sus
últimos hallazgos durante la reunión anual de la Sociedad
Fitoquímica de América del Norte (PSNA por sus siglas en inglés)
el 9-13 de agosto en Peoria, Illinois.
Johnson, un investigador en el Centro Nacional para la
Investigación de Utilización Agrícola (NCAUR por sus siglas en
inglés) en Peoria, está conduciendo estudios para desarrollar
plantas de maíz que tienen los genes para hacer pigmentos
llamados antocianinas. Dependiendo de las condiciones del pH,
estos pigmentos les dan los colores rojo y morado a muchas
flores, frutas (arándanos, por ejemplo) y vegetales.
Sin embargo, el interés de Johnson acerca de las antocianinas no
es solamente estético.
Al contrario, él está investigando los hallazgos de estudios
anteriores, que sugieren que cantidades grandes de antocianinas
pueden impedir algunos insectos de alimentarse. Específicamente,
Johnson
concentró en el gusano cogollero ('fall armyworm') y el gusano
ejotero ('corn earworm'). En forma de oruga, el gusano ejotero
les cuesta a los cultivadores de maíz 1 mil millones de dólares
anualmente en pérdidas de cosechas y gastos de productos
químicos.
En la Unidad de Investigación de Bioprotección de Cosechas de
NCAUR, Johnson está alimentando las orugas con una dieta que las
beneficiaría normalmente -- aparte de un ingrediente secreto:
una dosis de 1.000 partes por millón de delphinidin, una de las
varias antocianinas que son disponibles comercialmente.
Durante un simposio en la reunión de PSNA el 11 de agosto,
Johnson reportará sus hallazgos hasta la fecha. Estos incluyen
una reducción de 60 por ciento en el peso del gusano cogollero
comparado con el grupo testigo. Ahora se usa el insecticida
químico para combatir el gusano cogollero así como el gusano
ejotero. Pero eventualmente, las investigaciones de Johnson
podrían resultar en nuevos híbridos de maíz que producen
antocianina en su pelusa. Estos pigmentos de antocianina
proveerán una defensa incorporada contra las orugas antes de que
ellas se alimentan en los granos del maíz.
El entomólogo del ARS Pat Dowd, el científico principal en las
investigaciones, tiene un interés especial en prevenir que las
plagas diseminen los hongos que a veces pueden contaminar los
granos con toxinas tales como aflatoxina y fumonisinas, que son
dañinos a la salud de seres humanos y el ganado.
ARS es la agencia
principal de investigaciones científicas del Departamento de
Agricultura de Estados Unidos. |