ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Amy Spillman, (301) 504-1624,
aspillman@ars.usda.gov
August 26, 2002
In the not-too-distant future, tractors already decked out with
air conditioning units, CD players and global positioning
systems may be equipped with another handy gadget, according to
Agricultural Research Service scientists and university
cooperators.
The gadget in question? An optical sensor that detects weeds and
prompts a herbicide sprayer to target them as the tractor drives
up and down crop rows. The technology means less herbicide in
the environment and lower costs for farmers.
Most farmers now apply herbicides uniformly over a field, but
weed distribution is often patchy-particularly grass weeds in
cereal crops. Kansas State University graduate student Ning Wang
and KSU professor Naiqian Zhang, in collaboration with
agricultural engineer Floyd Dowell of ARS' Grain Marketing and
Production Research Center in Manhattan, Kansas, and others have
developed an optical weed sensor and spray control system that
takes the guesswork out of herbicide application.
Using a near infrared spectrometer, the researchers studied the
light absorption characteristics of weed stems and leaves. They
identified five wavelengths that can be used to discriminate
weeds from crops and soil and, with them, developed the optical
sensor.
The current model requires the tractor operator to spend about 5
to 10 minutes "training" the sensor to spot different weeds. The
operator does this by placing the sensor above a weed and typing
in a "weed code" on a simple keypad. Once the weed sensor has
enough statistical data, it prompts the operator to begin
driving up and down the rows. If the sensor detects weeds, the
herbicide applicator will spray them.
During laboratory tests, the sensor identified wheat, bare soil,
and weeds with accuracies approaching 100 percent. Although
these results are promising, the researchers believe it will be
several more years before the system is ready to be
commercialized.
ARS, the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency, provided funding for this research, as did KSU,
the National Science Foundation and the Advanced Manufacturing
Institute.
El
aparato ‘inteligente' elimina la conjetura
de rociar herbicidas contra las malas hierbas
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Amy Spillman, (301) 504-1624,
aspillman@ars.usda.gov
26 de agosto 2002
En el futuro muy cerca, los tractores que ya tienen unidades de
acondicionamiento del aire, tocadores de discos compactos, y los
sistemas de posición global (GPS) podrían ser equipado con otro
aparato útil, según los científicos del Servicio de
Investigación Agrícola (ARS) y sus colaboradores.
¿Y qué aparato? Un sensor óptico que detecta las malas hierbas y
estimula un rociador de herbicidas a regarlas cuando el tractor
se mueve a través de las filas de la cosecha. La tecnología
puede resultar en menos herbicidas en el medio ambiente, y menos
costos para los granjeros.
La mayoría de los granjeros ahora aplican herbicidas
uniformemente encima del campo. Pero la distribución de las
malas hierbas frecuentemente es desigual, particularmente con
las malas hierbas herbáceas en las cosechas de granos. El
estudiante Ning Wang de la Universidad Estatal de Kansas
(KSU) y el profesor de KSU Naiqian Zhang, en colaboración con el
ingeniero agrícola Floyd Dowell del Centro deMercadeo y la
Producción de Grano del ARS en Manhattan, Kansas, y otras han
desarrollado un sensor óptico para detectar malas hierbas y un
sistema de rociar que eliminan la conjetura de la aplicación de
herbicidas.
Con el uso de un espectrómetro de casi-infrarrojo, los
investigadores estudiaron las características de absorción de
luz por los tallos y hojas de las malas hierbas. Ellos
identificaron cinco longitudes de onda que se pueden usar para
diferenciar entre las malas hierbas, las cosechas y el suelo, y
con estas longitudes de onda, desarrollaron el sensor óptico.
El modelo actual requiere que el operador del tractor tome cinco
a diez minutos para "entrenar" el sensor para detectar las
diferentes malas hierbas. El operador lo hace al poner el sensor
encima de una mala hierba y escribir por máquina un "código de
mala hierba" en un teclado numérico simple. Cuándo el sensor
tiene suficiente datos estadísticos, el hace una señal para que
el operador del tractor comience a moverse de arriba hacia abajo
de las filas de cosecha. Si el sensor detecta las malas hierbas,
el aplicador de herbicidas las rocían.
Durante ensayos del laboratorio, el sensor identificó el trigo,
el suelo descubierto, y las malas hierbas con exactitud de casi
100 por ciento. Aunque estos resultados son prometedores, los
investigadores creen que serán algunos años más antes de que el
sistema está listo para comercialización.
ARS, la agencia principal de investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos, proveyó
financiamiento para esta investigación, conjuntamente con la
Universidad Estatal de Kansas, la Fundación Nacional de Ciencia,
y el Instituto de Manufactura Avanzada.
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