Havana, Cuba
December 1, 2008
Source:
Centro de Ingeniería Genética y
Biotecnología
Cuba avanza en el desarrollo de
cultivos genéticamente modificados (GM) con resultados muy
favorables en el maíz FR-Bt1, aseguró aquí Carlos Borroto,
vicedirector del Centro de
Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
De acuerdo con el científico, esa variedad fue creada para
ofrecer resistencia ante el ataque de lepidópteros, en lo cual
ha mostrado gran efectividad y una adecuada bioseguridad.
Durante el congreso Agrobiotecnología 2008, que hasta el viernes
5 se realiza en esta capital, el también presidente del Comité
Organizador de la cita reveló que por los buenos resultados
alcanzados se espera obtener la aprobación de las autoridades
correspondientes para la utilización comercial de esa planta.
Al mismo tiempo, agregó el especialista, los científicos cubanos
trabajan en una variedad de boniato (patata dulce) GM para el
control del tetuán, coleóptero capaz de arruinar ese tipo de
cultivo.
Se avanza asimismo, dijo, en un tomate manipulado genéticamente
mediante técnicas de silenciamiento de ARN, resistente a
enfermedades virales.
Cuba también trabaja aceleradamente en la obtención de una
vacuna contra la influenza aviaria, así como en un candidato
vacunal contra la peste porcina clásica, añadió Borroto.
Todos esos productos son resultado del trabajo integrado entre
numerosas instituciones científicas cubanas, no sólo del CIGB,
lo cual es una de las fortalezas del quehacer científico en la
isla, enfatizó.
Por su parte, al referirse a esos avances, Albert Sasson,
reconocido especialista mundial en el tema y Presidente de Honor
del Congreso, calificó a las biotecnologías cubanas como un
ejemplo de visión, voluntad política, compromiso y, sobre todo,
decisión de hacer bien las cosas.
Científicos
cubanos desarrollan un maíz transgénico
Source:
Fundación Antama
El doctor Carlos Borroto,
vicedirector del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología
de La Habana, defendió el buen uso de esta tecnología y aseguró
que el objetivo al trabajar en este tipo de cultivos es
garantizar la seguridad alimentaria de la población
Un maíz genéticamente modificado desarrollado por científicos
cubanos se encuentra en fase de ensayos de campo en áreas de
cinco provincias y sometido a rigurosos estudios
ecotoxicológicos y otros relacionados con la seguridad
alimentaria, se conoció en el Congreso Biotecnología Habana
2008.
El doctor Carlos Borroto, vicedirector del Centro de Ingeniería
Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, aseguró que el
objetivo fundamental del país al trabajar en el desarrollo de
cultivos transgénicos es garantizar la seguridad alimentaria de
la población.
Defendemos el buen uso de esta tecnología, dijo Borroto a la
prensa y destacó que Cuba cuenta con científicos del más alto
nivel en el mundo en esta materia, con equipamiento para hacer
biotecnología moderna, órganos regulatorios fuertes para
garantizar la seguridad del uso de estos y una enorme voluntad
política de apoyo.
El proyecto cubano surgió en el año 2000 y su objetivo es el
desarrollo de un maíz resistente a la principal plaga para esta
gramínea en la Isla, el insecto palomilla, y a un determinado
tipo de herbicida. En él trabajan, desde sus inicios, un equipo
de la división de plantas del CIGB y especialistas del Instituto
de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova.
Según información expuesta en la sala de carteles del Congreso,
los satisfactorios resultados de los experimentos en cada una de
las fases por las que ha transitado dicho ensayo, han permitido
su avance a la escala siguiente, que es su extensión actual a
áreas de una hectárea en agroecosistemas de las provincias de La
Habana, Santa Clara, Ciego de Avila, Camagüey y Santiago de
Cuba.
El cultivo continúa sometido a rigurosos estudios para demostrar
su seguridad, los cuales se espera que puedan culminar para el
próximo año, expresó Borroto.
Interrogado por Granma Internacional sobre la decisión cubana de
desarrollar un maíz transgénico, el doctor Clive James, fundador
y presidente del Servicio Internacional para la Adquisición de
Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), consideró muy
favorable la elección de dicha gramínea, que el país importa en
grandes cantidades y que pudiera ayudar a resolver problemas de
alimentación de la población, apuntó.
El renombrado científico afirmó también que la mayor de las
Antillas cuenta con instituciones científicas y personal
calificado para asumir el desarrollo de los cultivos
transgénicos.
En conferencia magistral en el Congreso de La Habana, el doctor
James destacó las potencialidades de la biotecnología para
contribuir a la solución del hambre en un mundo cuya población
—70% de la cual es rural y pobre— no sólo continúa creciendo
sino también, y de forma significativa, los precios del arroz,
el trigo y el maíz, alimentos esenciales en la dieta de muchas
naciones.
El fundador de la ISAAA exhortó a compartir conocimientos y
experiencias y abogó por buscar estrategias internacionales para
desarrollar estas tecnologías en beneficio de la humanidad, o
sea, para aumentar la producción y hacerla sustentable, pero sin
dejar de medir y controlar su impacto en el medioambiente para
proteger la biodiversidad.
Si trabajamos juntos ganaremos y sobreviviremos, dijo el
científico y señaló que el pasado año 23 países en el mundo
estaban aplicando la biotecnología a la agricultura, para
cultivar, principalmente, soya, algodón, maíz y cánola, pero que
esa cifra podría aproximarse a 40 para el 2015.
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Source:
GMO Compass
Cuba:
going for green gene technology
For the first time ever, Cuba
intends to authorise the
cultivation of genetically
modified maize. The country
hopes that by using GM crops, it
will break loose of its
dependency on agricultural
imports.
A field of some 50 hectares
should soon be sown with
genetically modified maize. As
reported to Reuters by Carlos
Borroto, Director of the
national Institute for Genetic
Engineering and Biotechnology,
enough seed should be produced
there that will allow for the
planting of 6000 hectares of GM
maize next year. The GM maize is
similar to varieties already
authorised in many countries.
Cuban research institutes have
also been working intensively on
developing genetically modified
soybeans, potatoes and tomatoes.
By doing more agricultural
research, Cuba hopes to free
itself of agricultural imports.
At the moment Cuba has to import
60 percents of its food
products, especially soybeans,
wheat and maize. Increasing
prices on international
agricultural markets are further
strapping the economically weak
country. Despite the embargo,
the US is one of its major
suppliers, as food products are
exempt from the trade
restrictions imposed on Cuba.
Cuban president Raul Castro has
declared that an increase in
agricultural production is a
“matter of national security”.
Three hurricanes this year
destroyed 30 percent of Cuba’s
harvest. |
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