April 26, 2007
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Erin Peabody, (301) 504-1624,
erin.peabody@ars.usda.gov
It's now clear that a poisonous strain of the fungus Aspergillus
flavus, known as the "S" strain, is to blame for causing 125
food-related deaths in Kenya in 2004, according to research by
an Agricultural Research Service (ARS) plant pathologist and his
colleagues.
The fungus, which produces invisible toxins that are known to be
carcinogenic, had contaminated portions of the country's maize
crop. This is the third time since 1981 that the so-called
"Kenyan death fungus" has tainted the African nation's primary
food staple with deadly levels of poisons.
Peter Cotty, an ARS scientist based in the Department of Plant
Sciences at the University of Arizona in Tucson, and Claudia
Probst, of the University of Arizona, worked with Henry Njapau
of the Food and Drug Administration in College Park, Md., to
investigate which Aspergillus strain was the culprit. Cotty is
administratively part of the ARS Southern Regional Research
Center in New Orleans, La.
The scientists' findings, reported in the current issue of
Applied and Environmental Microbiology, will be critical to
researchers who are trying to devise methods for preventing
future cases of fungal poisoning, or aflatoxicosis, in African
maize.
Aflatoxins are natural poisons produced by certain fungi that
belong to the genus Aspergillus. Health consequences related to
consuming aflatoxin-contaminated foods include impaired growth,
cancer and death.
These toxins can contaminate an array of crops including corn,
cottonseed, peanuts and tree nuts. To ensure public safety, many
countries, including the United States, have established maximum
allowable levels for aflatoxin in farm products. Unfortunately,
these standards do little to reduce the ingestion of locally
grown, fungus-infested crops in small rural communities in
Africa.
Through a special permit, the researchers were able to obtain
samples of contaminated maize from affected Kenyan villages.
After grinding the corn, they isolated the fungi and grew them
in culture. Surprisingly, they found the "S" strain of A.
flavus, a potent aflatoxin producer not previously known in
Africa, to be the most prevalent source of toxins in the maize.
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Hongo que causa el maíz letal africano es identificado
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Erin Peabody, (301) 504-1624,
erin.peabody@ars.usda.gov
Es claro que una cepa venenosa del hongo Aspergillus flavus,
conocida como la cepa "S", causó 125 muertes relacionadas con
alimento en Kenia en 2004, según los resultados de estudios por
un patólogo de plantas del Servicio de Investigación Agrícola
(ARS) y sus colegas.
El hongo, que produce toxinas carcinógenas invisibles, contaminó
porciones de la cosecha de maíz de Kenia. Fue la tercera vez
desde 1981 que el "hongo mortal keniano" contaminó el alimento
básico del país africano con niveles mortales de venenos.
Peter Cotty, un científico del ARS situado en el Departamento de
la Ciencia de Plantas de la Universidad de Arizona en Tucson, y
Claudia Probst de la universidad, trabajaron con Henry Njapau de
la Administración de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en
inglés) en College Park, Maryland, para determinar cuál de las
cepas de Aspergillus era el culpable. Cotty es
administrativamente asociado con el Centro de Investigación de
la Región Sureña mantenido por el ARS en Nueva Orleans,
Luisiana.
Los hallazgos de los científicos, reportados en el número actual
de la revista Microbiología Aplicada y Ambiental ('Applied and
Environmental Microbiology' en inglés), serán imprescindibles
para los investigadores que están tratando de desarrollar
métodos para prevenir casos futuros del envenenamiento fungal,
llamado aflatoxicosis, en el maíz africano.
Las aflatoxinas son venenos naturales producidos por ciertos
hongos en el género Aspergillus. Las consecuencias para la salud
como resultado del consumo de alimento contaminado con
aflatoxina incluyen el crecimiento lento, el cáncer y la muerte.
Estas toxinas pueden contaminar una variedad amplia de cultivos
incluyendo maíz, semilla de algodón, cacahuetes y nueces de
árbol. Para asegurar la seguridad del público, muchos países,
incluyendo EE.UU., establecen niveles máximos permitidos de
aflatoxina en los productos agrícolas. Desafortunadamente, estos
estándares no previenen el consumo de unas cosechas contaminadas
con hongos y producidas localmente en las pequeñas comunidades
rurales en África.
Bajo un permiso especial, los investigadores obtuvieron muestras
de maíz contaminado de algunos pueblos afectados en Kenia.
Después de moler el maíz, ellos aislaron los hongos y los
cultivaron en el laboratorio. Sorprendentemente, ellos
descubrieron que la cepa "S" de A. flavus, un productor potente
de aflatoxina no previamente conocido en África, fue la fuente
más prevalente de toxinas en el maíz.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |
|