Washington, DC
April 11, 2007
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Luis Pons, (301) 504-1628,
luis.pons@ars.usda.gov
A keen eye, fast action, and a vast plant collection may help
nip in the bud a potential widespread threat to watermelons.
Last July, plant pathologist Chandrasekar Kousik of the
Agricultural Research Service (ARS) U.S. Vegetable Laboratory in
Charleston, S.C., was conducting field studies on a watermelon
disease when he made a startling discovery: significant
infestations of broad mites on watermelon plants.
Kousik knew that he had made a troublesome finding, as broad
mites had never been reported on watermelon plants in the United
States.
Broad mites, Polyphagotarsonemus latus, feed on at least 60
plant families. Cucumbers are highly susceptible to the mite,
which on the watermelon plants was seen damaging tender leaves
and growing tips. Watermelon (Citrullus lanatus) is an important
economic commodity grown in 44 states--most prominently in
Florida, Georgia, Texas, California, Indiana, South Carolina and
North Carolina.
The discovery inspired Kousik, fellow Vegetable Laboratory
scientists Amnon Levi and Alvin Simmons, and Clemson University
researchers to seek ways to use plants' natural resistance to
fight off the mite.
They turned to a collection of wild watermelon--plants from
different regions of the world--maintained by the ARS Plant
Genetic Resources Conservation Unit in Griffin, Ga.
The researchers studied 219 plant accessions and ultimately
chose six they regarded as having the best resistance potential
against broad mites. Kousik then led greenhouse studies that
confirmed this resistance in the six selected introductions by
artificially infesting the candidate plants with broad mites
that had been cultured on susceptible watermelon plants.
According to Kousik, these wild watermelon varieties may be
useful as sources of natural genetic resistance during the
development of commercial watermelon varieties that resist the
mites.
Identifying and developing host-plant resistance to broad
mites--which are usually controlled by pesticides that can also
harm beneficial parasitoids and predators--are practices that
fit well into environmentally friendly crop-protection
strategies, according to Kousik.
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Progreso rápido contra una nueva amenaza a la sandía
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola
(ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Luis Pons, (301) 504-1628,
luis.pons@ars.usda.gov
Un ojo agudo, acción rápida, y una colección vasta de plantas
podrían ayudar a evitar una amenaza extensa potencial a las
sandías.
En julio de 2006, el patólogo de plantas Chandrasekar Kousik del
Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en el Laboratorio
Estadounidense de Vegetales, mantenido por el ARS en Charleston,
Carolina del Sur, estuvo realizando estudios de campo sobre una
enfermedad de sandías cuando él hizo un descubrimiento
sorprendente: infestaciones serias del ácaro blanco en las
plantas de sandía.
Kousik supo que este hallazgo fue problemático, porque no había
ningunos descubrimientos previos de ácaros blancos en plantas de
sandía en EE.UU.
Los ácaros blancos (Polyphagotarsonemus latus) se alimentan en
por lo menos 60 familias de plantas. Los pepinos son muy
susceptibles a este ácaro. Kousik observó las plagas atacando
las hojas tiernas y los puntos crecientes de las plantas de
sandía. La sandía (Citrullus lanatus) es un cultivo
económicamente importante cultivado en 44 estados, con mucha
producción en la Florida, Georgia, California, Texas, Indiana,
Carolina del Sur y Carolina del Norte.
Como resultado de su descubrimiento, Kousik, sus colegas del ARS
Amnon Levi y Alvin Simmons en Charleston, e investigadores en la
Universidad de Clemson en Carolina del Sur están buscando
métodos para utilizar la resistencia natural de plantas para
defenderse del ácaro.
Ellos exploraron una colección de sandías salvajes--plantas de
diferentes partes del mundo--en la Unidad de Conservación de
Recursos Genéticos de Plantas, mantenida por el ARS en Griffin,
Georgia.
Los investigadores estudiaron 219 accesiones de plantas, y
finalmente escogieron seis que ellos consideraron tener el mejor
potencial para resistencia contra los ácaros blancos. Entonces
Kousik dirigió estudios de invernadero que confirmaron esta
resistencia en las seis accesiones. En los estudios, los
investigadores artificialmente infestaron las plantas candidatas
con ácaros blancos que han sido cultivados en plantas
susceptibles de sandía.
Según Kousik, las variedades salvajes de sandía podrían ser
útiles como fuentes de resistencia genética natural durante el
desarrollo de variedades comerciales de sandía que resisten los
ácaros.
La identificación y el desarrollo de plantas con resistencia a
los ácaros blancos--plagas típicamente controladas con
pesticidas químicos que también pueden perjudicar beneficiosos
insectos predadores y parasitoides--son prácticas compatibles
con estrategias para proteger los cultivos en una manera
amigable con el medio ambiente, según Kousik.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |
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