Washington, DC
June 2, 2006
ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
Fungicides are a key frontline
defense against Phakopsora pachyrhizi, the latest fungal threat
to America's soy crop. Many of the fungicides approved for use
against this exotic fungal pathogen owe their availability to
the efforts of Agricultural Research Service (ARS) scientists in
Urbana, Ill., and Fort Detrick, Md.
First detected in Louisiana in November 2004, the fungal disease
called soybean rust has since been found in 11 other states. Two
years before its arrival, though, ARS researchers Reid
Frederick, Glen Hartman and Monte Miles were already busy
coordinating field trials of tebuconazole, tetraconazole,
myclobutanil and trifloxystrobin plus propiconazole in
rust-infested regions of Zimbabwe and South America.
There, they examined fungicide timing, application methods and
rates, efficacy and residual activity. That and other data
expedited approval of state requests for emergency-use
exemptions for the fungicides on soybeans from the U.S.
Environmental Protection Agency, under section 18 of the Federal
Insecticide, Fungicide and Rodenticide Act.
Key findings included showing that all of the fungicides studied
by the ARS scientists reduced soybean rust severity, although
their effectiveness and residual activity varied. Some, for
example, worked better than others when rust was severe,
according to the researchers.
Frederick, a molecular biologist, is in the ARS Foreign
Disease-Weed Science Research Unit at Fort Detrick. Hartman and
Miles, both plant pathologists, are with the ARS Soybean/Maize
Germplasm, Pathology and Genetics Research Laboratory in Urbana.
Since 2003, they've examined more than 30 active ingredients
representing both single and dual-active fungicides, according
to Miles.
The researchers caution that fungicides are a short-term
solution to the problem. Over the long term, the battle against
soybean rust will require a combination of strategies, with
disease-resistant soybean cultivars as the cornerstone. Other
ARS teams, meanwhile, are examining other aspects of fungicide
use, including the influence of soybean planting dates, row
spacing and maturity groups.
Read more about the research in the June 2006 issue of
Agricultural Research magazine, available online at:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/jun06/beans0606.htm
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Científicos ayudan a proteger la soya contra la roya
Servicio Noticiero del Servicio de
Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Jan Suszkiw, (301) 504-1630,
jsuszkiw@ars.usda.gov
Fungicidas son una defensa clave
contra Phakopsora pachyrhizi, la amenaza más reciente de hongo a
las cosechas de soya en EE.UU. Muchos de los fungicidas
aprobados para el uso contra este patógeno exótico de hongo
deben su disponibilidad a las investigaciones de los científicos
del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) en Urbana, Illinois
y en Fort Detrick, Maryland.
Primero detectado en Luisiana en noviembre 2004, la enfermedad
de hongo llamada roya de la soya ha sido encontrada en otros 11
estados. Dos años antes de eso, los investigadores del ARS Reid
Frederick, Glen Hartman y Monte Miles ya estaban coordinando
ensayos de campo con los fungicidas tebuconazole, tetraconazole,
myclobutani y trifloxystrobin con propiconazole en las regiones
infestadas con roya en Zimbabwe y Suramérica.
Allí, ellos examinaron cuándo aplicar el fungicida, métodos y
tasas de aplicación, eficacia y actividad residual. Esto y otros
datos aceleraron las peticiones estatales para exenciones de
emergencia para usar los fungicidas en la soya. La Agencia de
Protección Ambiental de EE.UU. aprobó las peticiones conforme
con la sección 18 de la Ley Federal de Insecticida, Fungicida y
Roedorcida.
Hallazgos claves incluyen la prueba de que todos los fungicidas
estudiados por los científicos del ARS reducen la severidad de
la roya de la soya, aunque su eficacia y actividad residual
variaron. Algunos, por ejemplo, fueron más eficaz que otros
cuando la roya era severa, según los investigadores.
Frederick, un biólogo molecular, trabaja en la Unidad de
Investigación de Enfermedades Exóticas-Ciencia de Malezas
mantenida por ARS en Fort Detrick. Hartman y Miles, ambos
patólogos de planta, trabajan en el Laboratorio de Investigación
de Germen Plasma de Soya/Maíz, Patología y Genética mantenido
por ARS en Urbana. Desde 2003, ellos han examinado más de 30
ingredientes activos que representan ambos fungicidas activos
que trabajan solo o con otro ingrediente, según Miles.
Los investigadores advierten que los fungicidas son una solución
de corto plazo al problema. Sobre largo plazo, controlar la roya
de la soya requerirá una combinación de estrategias, con
cultivares de soya que son resistentes a enfermedad como la base
principal. Otros grupos del ARS, mientras tanto, están
examinando otros aspectos del uso de fungicida, incluyendo la
influencia de cuándo se siembra la soya, espacio entre las filas
y grupos de madurez.
Lea más sobre la investigación en la revista Agricultural
Research de junio 2006:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/jun06/beans0606.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |