La Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente
Modificados recientemente aprobada por el Senado de la
República da a los agricultores mexicanos herramientas para
competir y estar a la altura de lo que están haciendo
productores de otros países, coincidieron en señalar el
Vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA),
Alfonso Cebreros, y el Director de Relaciones con el
Gobierno de la Asociación Nacional de Tiendas de
Autoservicio y Departamentales (ANTAD), Eugenio Carrión
Rodríguez.
Al término de una reunión
con el Secretario de
Agricultura, Javier Usabiaga Arroyo, en la que trataron
este tema, calificaron la nueva legislación como un avance
importante en materia de competitividad para México, donde
ahora se cuenta con un marco legal que dará seguridad a la
producción y al manejo de organismos genéticamente
modificados.
El uso de la biotecnología
en la agricultura es el inicio de una revolución científica
que va a marcar el desarrollo del siglo XXI y México de
ningún modo se puede quedar atrás en este acontecimiento,
resaltaron.
“Al haber aprobado esta
Ley, México entra ya en el grupo de países que cuentan con
un instrumento legal que va a permitir el uso de la
biotecnología, y por lo tanto vamos a tener una
participación más activa en algunos foros internacionales”,
dijo Cebreros, en tanto que Eugenio Carrión fue enfático al
señalar que el desarrollo de los organismos genéticamente
modificados es parte de los retos de este siglo, junto con
la nanotecnología y la tecnología espacial.
Alfonso Cebreros, también
Presidente de la Cámara Nacional de Maíz Industrializado
(CANAMI), explicó que tanto el productor como el consumidor
mexicano ganan con el uso de la ley de biotecnología; el
primero porque mejorará rendimientos de sus cultivos y
disminuirá costos por eliminar el uso de agroquímicos; el
segundo, porque tendrá acceso a alimentos sanos e inocuos
que no implicaron la aplicación de pesticidas. A ello se
suma, abundó, que luego de tres años de estudio se tomaron
las previsiones suficientes para garantizar el cuidado del
medio ambiente y, en general, manejar los riesgos que
pudieran correrse por el uso de una nueva tecnología.
A su vez, el Director de
Relaciones con el Gobierno de la ANTAD, Eugenio Carrión,
manifestó que su sector está comprometido con la salud de
los consumidores, postura que está salvada con las
previsiones de la ley de bioseguridad, al considerar un
avance tecnológico seguro para todos.
Al igual que Cebreros, opinó que la ley de bioseguridad
traerá a los pequeños productores la oportunidad de ver
crecer sus ingresos al contar con nuevas armas para ser más
productivos.
Ambos representantes
empresariales del sector reconocieron en la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA) un aliado en pro de los avances
tecnológicos que beneficien al campo mexicano, sus
productores y la sociedad rural, lo que demostró en los
trabajos que antecedieron a la aprobación de la ley
mencionada.
El Secretario de
Agricultura, comentaron, es un conocedor a fondo de la
temática de la ley, conoce las experiencias de otros países
y los beneficios que la nueva legislación puede traer para
México. Usabiaga Arroyo ha señalado que ahora tenemos una
ley que permite un marco jurídico para poder regular el uso
de los organismos genéticamente modificados, lo que traerá
“grandes oportunidades en el sector agrícola”.
Finalmente, tanto Cebreros
como Carrión coincidieron en que la aprobación por el Senado
de la República de la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados demuestra que sí se puede avanzar
en temas importantes para el país que si bien causan debate
y opiniones distintas logran la aceptación de la mayoría.