Los
productores de maíz de Sinaloa y Tamaulipas aseguraron que
la aprobación de la Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados por el
Senado de la República
permitirá incrementar la competitividad del sector, al poner
en sus manos las herramientas tecnológicas y sus beneficios
que ya tienen otros agricultores en el mundo.
Los
representantes de los productores de maíz en ambos estados,
Ramón Osuna Quevedo y Perfecto Solís Andrade, reconocieron
que esta nueva ley da certeza a los productores del campo,
quienes durante años solicitaron estar en las mismas
condiciones que sus competidores internacionales, situación
que fue planteada en su momento tanto al
Secretario de
Agricultura, Javier Usabiaga Arroyo, como a
legisladores, académicos y científicos.
El líder de
los productores de maíz en Tamaulipas, Perfecto Solís,
subrayó que el nuevo marco legal en organismos genéticamente
modificados permite al sector agrícola nacional “amortiguar
las desventajas” que enfrentan hoy ante los productores de
otros países, los cuales tienen acceso a la biotecnología.
Hicieron un
llamado a los productores de todo el país para que se
incorporen de lleno a la modernidad con esta nueva
tecnología; “ya nos pasó hace tiempo, cuando dejamos de usar
variedades para usar híbridos, sobrevivimos como productores
cuando hicimos el cambio”, resaltó Perfecto Solís.
A su vez el
Presidente de la Asociación de Agricultores de Río Fuerte
Sur, Ramón Osuna Quevedo, afirmó que los productores de maíz
de la región “sí queremos estar a la vanguardia de las
innovaciones tecnológicas, con la finalidad de ser
competitivos, tenemos ya la forma de lograr entrar un poco
más en la competencia con los países desarrollados”.
Coincidieron
en señalar que esto no excluye la responsabilidad de los
productores de hacer una agricultura sustentable con pleno
respeto a los recursos naturales.
LEY
QUE SE NECESITABA DESDE QUE SE FIRMÓ EL TLC
El presidente
del Consejo Estatal de Productores de Maíz en Tamaulipas,
Perfecto Solís Andrade, sostuvo que la aplicación de
biotecnología en el campo implica “tener las mismas
condiciones que nuestros socios comerciales, ahorros en el
costo de producción, eliminación en la aplicación de
insecticidas en los cultivos así como evitar el gasto de
control de malezas” entre otros que tienen un beneficio
directo al productor.
En Tamaulipas
hay alrededor de 20 mil productores de maíz que se agrupan
en el Consejo Estatal, los cuales han venido insistiendo
desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN) sobre la necesidad de tener las mismas
condiciones en biotecnología para competir con los
productores de los países que integran esta zona comercial.
Solís Andrade
reiteró que desde hace algunos años los productores del
norte del país querían usan las herramientas tecnológicas en
sus cultivos pero había una situación legal que impedía este
proceso. Por ello mostró su beneplácito por la acción de los
legisladores mexicanos que favorece a los productores de
todo el país.
En el presente
ciclo agrícola los productores de maíz de la región esperan
cosechar un millón de toneladas, 800 mil de maíz amarillo y
200 mil de maíz blanco. Esta situación se podrá mejorar una
vez que se apliquen nuevas semillas, concluyó.
PLAGAS
Y BAJA PRODUCTIVIDAD, ENTRE LOS PROBLEMAS QUE SE PODRÁN
RESOLVER
Al opinar
respecto a la nueva ley, el representante de los productores
de Río Fuerte Sur, Ramón Osuna Quevedo dijo que México debe
estar a la vanguardia de todas las innovaciones
tecnológicas.
Con los
organismos genéticamente modificados, explicó, se podrán
resolver “muchos de los problemas que hoy se viven en el
campo” y que están relacionados con plagas, enfermedades,
baja productividad, calidad en los granos, entre otros.
“Mediante la
investigación convencional duraríamos años y años para ir
logrando avances”, y ante las ventajas que ofrecen los
organismos genéticamente modificados “avanzaríamos más
rápidamente y solucionando muchos de los problemas que se
nos presentan”.
La Asociación
que representa agrupa a cerca de dos mil 800 productores que
tan sólo en el caso del maíz tienen cultivadas 435 mil
hectáreas y obtienen en promedio 8.5 y 9 toneladas por
hectárea.
Obviamente,
señaló, se abren posibilidades para los productores de la
región, y no sólo para quien produce maíz sino también para
otros cultivos como soya, algodón y hasta hortalizas como
tomate, chile, pepino entre otras.
Osuna Quevedo
adelantó que los productores de maíz de su estado van a
empezar a trabajar con las instituciones como el INIFAP, las
fundaciones Produce, el Consejo Nacional Agropecuario y
otras instancias de investigación y desarrollo para evaluar
y validar los materiales que les permitan aumentar la
competitividad de sus cultivos.
Incluso
mencionó la posibilidad de que lo más pronto posible se
trabaje en la identificación de parcelas demostrativas con
los materiales adecuados para las condiciones y problemática
que enfrenta el cultivo de maíz en la zona.