ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Don Comis, (301) 504-1625,
comis@ars.usda.gov
October 25, 2004
Farmers might be well advised to apply chemicals between crop
rows rather than in the rows, according to a study of plowed and
no-till cornfields by Agricultural Research Service scientists
in Beltsville, Md.
The findings from the two-and-a-half-year study at the agency's
Henry A. Wallace Beltsville Agricultural Research Center show
that applying chemicals between rows could be safer in terms of
reducing the leaching of chemicals to groundwater, especially in
areas of the country where rainfall is frequent and no-tillage
management is used, such as the mid-Atlantic region.
That's one suggestion to emerge from this first year-round,
multiyear study of soil and water dynamics that included
charting differences in soil moisture within and between crop
rows.
ARS soil scientists James Starr and Dennis Timlin monitored the
water content of soil with 16 special probes that recorded soil
water every 10 minutes around the clock, at depths of from two
to 22 inches. Field weather stations collected data every five
minutes. Starr and Timlin studied interactions between the
effects of tillage, row position and season of the year on water
infiltration, storage, drainage and crop water uptake.
The nearly continuous measurements allowed the researchers to
envision how chemicals might move through fields. They compared
in-row with between-row water movement during rainstorms, aware
that wherever water goes, agrochemicals are likely to go, too.
Starr and Timlin found that the greatest water infiltration
occurred within corn rows, especially during summer rainfalls of
an inch or more. This was true for no-till, but results were
less consistent with plow-till. Aided by the funneling of water
to the plants by corn leaves, the soil in corn rows managed to
capture a good share of the rain. This large amount of rainwater
funneled into the corn rows can then drain through the soil
toward groundwater.
A paper on this study has been published in the Vadose Zone
Journal.
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Reduciendo la pérdida de productos químicos agrícolas
Servicio Noticiero del Servicio de Investigación Agrícola (ARS
siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Don Comis, (301) 504-1625,
comis@ars.usda.gov
25 de octubre 2004
Granjeros deberían ser aconsejados a aplicar productos químicos
agrícolas entre medio de las filas de cosechas, en vez de en las
filas, según un estudio de campos de maíz arados y no arados. El
estudio fue realizado por científicos del Servicio de
Investigación Agrícola (ARS) en Beltsville, Maryland.
Los hallazgos del estudio de dos años y medio en el Centro Henry
A. Wallace de Investigación Agrícola de Beltsville mostraron que
la aplicación de productos químicos entre medio las filas podría
ser más segura desde el punto de vista de reducir lixiviación de
los productos químicos al agua subterránea, especialmente en
áreas de los EE.UU. donde la lluvia es frecuente y se usa la
labranza de conservación, tales como en la región medio
Atlántico.
Esta es una sugerencia que ha emergido de este estudio, el
primero de su tipo por el año y por los muchos años de estudio,
sobre la dinámica del suelo y agua. El estudio incluyo mostrando
las diferencias en la humedad del suelo entre medio y en de las
filas de cosechas.
Los científicos del suelo James Starr and Dennis Timlin
verificaron las cantidades de agua en el suelo con 16 sondas
especiales que registraron el agua cada 10 minutos todo el día,
en profundidades de dos a 22 pulgadas. Estaciones meteorológicas
en los campos coleccionaron datos cada cinco minutos. Starr y
Timlin estudiaron las interacciones entre los efectos de
labranza, la posición de la fila y la temporada del año sobre la
infiltración, almacenaje, drenaje y absorción de agua por
cosechas.
Por medio de las mediciones casi continuas, los investigadores
pudieron prever cómo las sustancias químicas podrían moverse por
los campos. Ellos compararon el movimiento de agua en las filas
comparado con entre las filas durante los temporales de lluvias,
siendo conscientes de que dondequiera que vaya el agua, los
productos químicos agrícolas irán también.
Starr y Timlin encontraron que la infiltración mayor de agua
ocurrió entre las filas de maíz, especialmente durante las
lluvias de verano de una pulgada o más. Esto era cierto para la
labranza de conservación, pero los resultados eran menos
consistentes con la labranza convencional. Ayudado por el
encauzamiento del agua a las plantas por las hojas de maíz, el
suelo en las filas de maíz pudo capturar una buena porción del
agua. Esta gran cantidad de agua de lluvia encauzada a las filas
de maíz entonces puede drenarse por el suelo hacia el agua
subterránea.
Un papel sobre este estudio ha sido publicado en la Revista de
la Zona Vadosa ('Vadose Zone Journal' en inglés.
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas
del Departamento de Agricultura de EE.UU. |