ARS News Service
Agricultural Research Service, USDA
Sharon Durham, (301) 504-1611,
sdurham@ars.usda.gov
May 20, 2003
Conservation tillage continues to be good for the
environment--and can boost farmers' profits by helping them use
water more efficiently, according to studies by Agricultural
Research Service scientists in
Georgia.
In test plots of cotton and peanuts at Tifton, Ga., conservation
tillage limited rainfall runoff to less than 10 percent. In some
cases, conservation tillage increased water infiltration into
soil by up to 50 percent, compared to conventional tillage.
Conventional plots also released five times more soil and
rainfall runoff than conservation tillage plots, making a strong
case for conservation tillage. Water that
washes away from fields can carry soil sediment, nutrients and
pesticides to streams and lakes.
The research, led by soil scientist Clint Truman and hydraulic
engineer David Bosch at the ARS Southeast Watershed Research
Laboratory in Tifton, indicates that a type of conservation
tillage called strip-till not only reduces runoff, but increases
water infiltration and appears to improve soil quality.
In strip-till fields, narrow rows, four to six inches wide, are
made for planting seed into the previous year's plant- and
cover-crop residue. Plant residues reduce water evaporation from
the field and intercept raindrops from impacting directly on the
soil surface, decreasing soil movement and cutting down on rain
washing away pesticides and nutrients from a field. With
conventional tillage systems, old plant residues are often
removed or incorporated into the soil.
Southeastern soils have been intensively cropped, tend to be
drought-prone, and are susceptible to erosion. While rainfall
registers about 50 inches per year, growers often have to
irrigate to keep crops
alive during extended drought periods. Producers in this region
face a major problem: maintaining crop yields and water use
efficiency while addressing soil and water quality concerns
associated with sediment, fertilizer and pesticide losses to
off-site areas.
More information about this story can be found in the May issue
of Agricultural Research magazine, available on the World Wide
Web at:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/may03/till0503.htm
ARS is the U.S. Department of Agriculture's chief scientific
research agency.
Labranza de conservación: un ayudante
contra la sequía
Servicio Noticiero del Servicio
de Investigación Agrícola (ARS siglas en inglés)
Departamento de Agricultura (USDA siglas en inglés)
Sharon Durham, (301) 504-1611,
sdurham@ars.usda.gov
20 de mayo 2003
La labranza de conservación continúa siendo buena para el medio
ambiente -- y puede ayudar a aumentar las ganancias de los
granjeros ayudandolos a utilizar el agua más eficientemente,
según estudios por científicos del Servicio de Investigación
Agrícola (ARS) en Georgia.
En lotes de ensayo de algodón y cacahuetes en Tifton, Georgia,
el escurrimiento de lluvia fue menos de 10 por ciento, gracias a
la labranza de conservación. En algunos casos, la labranza de
conservación aumentó la infiltración de agua en el suelo por
hasta 50 por ciento, comparado con
los lotes con la labranza convencional. Lotes convencionales
también soltaron cinco veces más suelo y escurrimiento de lluvia
que los lotes con la labranza de conservación, demostrando el
valor de la labranza de conservación. El agua que se escurre
puede cargar sedimento de suelo, nutrimentos y pesticidas de los
campos a los ríos y los lagos.
La investigación, dirigido por el científico de suelo Clint
Truman y el ingeniero hidráulico David Bosch en el Laboratorio
Sureste de Investigación de Cuenca en Tifton, indica que un tipo
de labranza de
conservación llamado 'strip-till' no sólo reduce el
escurrimiento, sino también aumenta la infiltración de agua y
aparece mejorar la calidad del suelo.
En los campos con strip-till, se hacen filas estrechas, de
cuatro a seis pulgadas de ancho, para sembrar semillas en el
residuo de las plantas y los cultivos de cobertura anteriores.
Los residuos de planta reducen la evaporación de agua del campo
y previenen el impacto directo de las gotas de lluvia en la
superficie del suelo, que reduce el movimiento del suelo y evita
el escurrimiento de pesticidas y nutrimentos del campo. Con los
sistemas de labranza convencional, los residuos de planta a
menudo se remueven o se incorporan en el suelo.
Los suelos del sudeste han sido cultivados intensivamente, y
ellos son propensos a la sequía y susceptibles a la erosión.
Mientras que la región recibe como 50 pulgadas de lluvia cada
año, los cultivadores a menudo tienen que irrigar las cosechas
para mantenerlas durante los períodos extendidos de sequía.
Cultivadores en está región enfrentan dos tareas: Ellos tienen
que mantener la eficiencia del uso de agua y los rendimientos de
cosechas, y tienen que tratar con las preocupaciones sobre la
calidad del suelo y el agua asociadas con la pérdida de
sedimento, fertilizante y pesticida a las áreas fuera del campo.
Más información aparece en la revista 'Agricultural Research' de
mayo y en Internet en:
http://www.ars.usda.gov/is/AR/archive/may03/till0503.htm
ARS es la agencia principal de investigaciones científicas del
Departamento de Agricultura de EE.UU.
|