Madrid, Spain
May 12, 2009
Source:
Fundación Antama
La agricultura necesita un cambio
para poder hacer frente a las necesidades de alimentación en el
mundo. Así lo dijo Shivaji Pandey, director del Departamento de
Producción y Protección Vegetal de la
Organización de la ONU para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), durante el IV Congreso
Mundial de la Agricultura de Conservación (AC), que se celebra
en Nueva Delhi.
Los métodos tradicionales intensivos de cultivo con frecuencia
han contribuido a dañar el medio ambiente, causando un descenso
de la productividad agrícola, justo cuando el planeta necesita
doblar su producción de alimentos para atender a los 9 000
millones de habitantes que tendrá en 2050. "El mundo no tiene
otra alternativa que la de intensificar la producción agrícola
sostenible para hacer frente a la creciente demanda de alimentos
y piensos, mitigar la pobreza y proteger sus recursos naturales.
La agricultura de conservación es un elemento clave de esta
intensificación", aseguró Pandey.
Introducida hace cerca de 25 años, la agricultura de
conservación se practica hoy en unos 100 millones de hectáreas
de tierras agrícolas en todo el mundo. Es un tipo de agricultura
que se puede hacer sin arar y sin labores preparatorias de la
tierra, al tiempo que protege la cubierta permanente del suelo y
promueve la rotación de cultivos diversificados para garantizar
una óptima condición y productividad del suelo, afirma la FAO.
Pandey destacó que la agricultura de conservación podría no sólo
ayudar a recuperar el rendimiento, sino también aportaría
diversos beneficios medioambientales. En este sentido, indicó
que se ahorraría en la energía usada en la agricultura,
reduciendo el impacto de un sector que en la actualidad supone
cerca del 30% de las emisiones mundiales de gases causantes del
efecto invernadero.
España es, por una serie de factores intrínsecos, uno de los
países en que las técnicas de agricultura de conservación pueden
aportar mayores beneficios, ya que nuestras condiciones
climatológicas, topográficas y edafológicas favorecen
enormemente los procesos erosivos, acentuados en las últimas
décadas por el laboreo intensivo. Más de 50% del suelo agrario
tiene un riesgo de erosión medio a alto, cifra que en algunas
regiones alcanza el 70%.
http://www.aeac-sv.org/
En los países en desarrollo, el crecimiento en el rendimiento de
productos agrícolas ha descendido notablemente, el rendimiento
del trigo descendió desde cerca del 5% en 1980 hasta el 2% en
2005, el crecimiento en la productividad del arroz bajó desde el
3,2% al 1,2% en el mismo periodo, mientras que el rendimiento
del maíz cayó desde el 3,1% hasta el 1%. Siguiendo la actual
tendencia, la FAO estima que la tasa de crecimiento de la
productividad agrícola mundial caerá hasta el 1,5% de aquí a
2030, y al 0,9% entre 2030 y 2050.
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