Madrid, Spain
May 4, 2009
Source:
Fundación Antama
En un mundo cada vez más
globalizado y en el que la tecnología va progresivamente
implantándose en la agricultura, la Unión Europa (UE) sigue aún
reticente a permitir que sus agricultores tengan libertad a la
hora de elegir las formas de cultivo que éstos quieren para sus
tierras, impidiéndoles competir en condiciones de igualdad a
nivel internacional.
A día de hoy, la UE sólo permite el cultivo del maíz modificado
genéticamente mientras que no pone ninguna restricción a la
importación de cualquier producto transgénico cultivado fuera de
las fronteras europeas. Ante esta situación, los agricultores se
sienten en condiciones de desigualdad y reivindican su derecho a
decidir qué sembrar en sus campos para poder competir de igual a
igual.
El 83% de los agricultores españoles está a favor de garantizar
la libertad de elección a la hora de plantar o no semillas
modificadas genéticamente. Así lo refleja el último estudio
realizado durante 2008 en el que participaron 350 agricultores
de todo el país.
Estas cifras son similares en países como Polonia, en el que el
85% de los agricultores está a favor de la libertad de elección,
según publica el informe realizado por Martin&Jacob en 2006. En
Francia el 62% reivindica la capacidad de decisión del
agricultor según el informe realizado en 2007 por el BVA
Agribusiness.
En países como Italia, donde no está permitido el cultivo de
transgénicos pese a que a nivel comunitario lo esté, el 67% de
los agricultores afirma que apostaría por estas variedades si
estuvieran consentidas en su país. Así lo refleja el estudio
publicado en febrero de 2008 en el que participaron 532
agricultores de la región de Lombardía por Demoskopea.
En el Reino Unido, donde tampoco se permite el cultivo de estas
variedades, el 45% de los agricultores están a favor del cultivo
de transgénicos, el 39% no lo sabe, y sólo el 15% está en contra
de estas semillas. Así lo refleja el estudio publicado por The
National Farm Research Unit en marzo de 2008 basado en la
opinión de 24.039 agricultores.
Ante esta situación, las agrupaciones de agricultores europeas
piden a las autoridades la aprobación de nuevos eventos para
liberalizar el mercado. El grupo español de PROBIO, en su último
manifiesto, exige que no se pongan frenos al progreso
tecnológico y apuestan por una clara y veraz información basada
exclusivamente en argumentos científicos y no en intereses
políticos ni económicos. |
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