Madrid, Spain
January 21, 2009
Source:
Fundación Antama
El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de
Cuba trabaja para obtener cultivos genéticamente modificados
(transgénicos) con el propósito de plantarlos de forma masiva a
partir de 2009, informaron fuentes de ese centro.
El subdirector del CIGB, Carlos Borroto, declaró a periodistas
que ya se he llevado a cabo un ensayo "exitoso" con la
plantación de una hectárea de maíz y esperan recibir "en estos
días" las licencias oficiales "para sembrar 50 hectáreas" más.
Con el rendimiento de estas 50 hectáreas se podrán obtener las
semillas necesarias para el cultivo de otras 6.000, algo que se
produciría en caso de obtener los permisos pertinentes del
Centro Nacional de Seguridad Biológica, el Ministerio de la
Agricultura y el Ministerio de Salud. "Nosotros pensamos que
vamos a ser capaces de dar todos los elementos de seguridad que
nos permitan obtener esas licencias", indicó el científico,
quien aspira a que en 2009 Cuba esté en condiciones de comenzar
a extender los cultivos transgénicos.
Aseguró que, aunque existen reticencias sobre el uso de esa
tecnología, "todos los órganos que están encargados de regularla
están activos, regulándola", y "hay una voluntad política enorme
de apoyo".Precisó que actualmente los científicos tratan de
hacer "todo lo más exquisito" posible, y sus ensayos asumen
requerimientos que incluso sobrepasan lo que se considera
"normal" internacionalmente.
"Las orientaciones que tenemos (...) del más alto nivel, primero
es hacer las cosas bien, demostrar hasta la saciedad (...) que
tenemos un producto que es sano para la alimentación humana y
animal, y que es tan bueno como el otro desde el punto de vista
ambiental", dijo.
Destacó que después del paso de tres huracanes por la isla en
los últimos meses, que causaron la pérdida de miles de toneladas
de alimentos y cientos de miles de hectáreas de cultivos, los
investigadores dedicados a la producción de alimentos trabajan
"un millón de veces más" intensamente que antes.Borroto calificó
de "tonto" y "suicida" no aprovechar las herramientas que posee
la ciencia cubana para hacer frente a esa situación, siempre y
cuando se demuestre "que es seguro".
"El riesgo de no utilizar la tecnología es quedarnos atrás en la
producción de alimentos, ser ineficaces en la producción de
alimentos, tener inseguridad alimentaria, tener que importar
cada vez más alimentos", dijo.Cuba importa más del 80 por ciento
de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes y
este año el Gobierno anunció un gasto en esas compras que
ascendió a más del 50 por ciento de lo previsto.
La planta de maíz constituye en la actualidad el estudio de
transgénicos "más avanzado" que ha realizado esa institución,
aunque también investigan con el boniato, la papa y la soja,
indicó.No obstante, Borroto señaló que se ha puesto "mucha
concentración" en el maíz por ser un producto de importancia,
muy importado en la isla, y altamente sensible a las plagas en
su cultivo nacional.
El especialista resaltó que el objetivo fundamental del CIGB con
los transgénicos es contribuir a "la seguridad alimentaria
nacional", que no hay planes para su exportación y que tienen el
objetivo de comercializar las semillas en Cuba "prácticamente al
mismo precio" de las posturas convencionales. |
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