Madrid, Spain
April 17, 2009
Source:
Fundación Antama
La
Asociación General
de Productores de Maíz (AGPME) y la
Confederación Española de
Fabricantes de Alimentos Compuestos (Cesfac) han defendido
su derecho a acceder a las innovaciones biotecnológicas y a
elegir su forma de vida, en el VI Foro de Biotecnología "Valle
del Ebro", que se ha celebrado hoy en Zaragoza.
Durante la jornada, organizada por la Asociación General de
Productores de Maíz de España (AGPME) en colaboración con la
Fundación Antama, agricultores e industria de piensos han
destacado los beneficios derivados de la aplicación de la
biotecnología en el ahorro del uso de fitosanitarios y como
oportunidad para enfocar nuevos sistemas de producción.
Han asegurado que, contra la biotecnología, existe una demagogia
que no se sostiene y no entienden que todavía sea cuestionada,
cuando se trata de la tecnología agraria más investigada y con
los niveles de seguridad más altos. “Cuando a los colectivos
contrarios se les han acabado los argumentos sobre seguridad
sanitaria, han recurrido a los medioambientales. Son los
científicos los que tienen que determinar la seguridad de estos
productos”.
El vicepresidente de AGPME, Carlos Ferrer, ha demandado para los
agricultores los mismos derechos que poseen otras actividades,
que pueden hacer uso de la biotecnología para sus fines, y ha
apostado por que la biotecnología esté disponible para cultivos
como el maíz y sin renunciar a opciones como las plantas
oleaginosas para el desarrollo de biocarburantes.
El secretario general de la Confederación Española de
Fabricantes de Alimentos Compuestos (Cesfac), Jorge de Saja, ha
señalado que la biotecnología está presente en la formulación de
los piensos, tanto en la Unión Europea (UE) como en el resto del
mundo, y ha considerado que "decir que no a una tecnología que
es tan importante para el tejido socioeconómico es una soberana
estupidez".
“Hoy por por casi el 100% de los piensos en España proceden de
soja o maíz modificado genéticamente”, añadió Jorge de Saja.
“Soja y maíz cuya seguridad ha sido avalada por la Agencia
Europea de Seguridad Alimentaria”.
Por su parte, el representante del grupo Probio, Ignacio
Eseverry, ha abogado por que el agricultor español disponga de
las tecnologías que existen en el mercado, lo que contribuye a
un aumento en su producción y en una mejora de su economía, y ha
destacado las aportaciones de la biotecnología a la agricultura
y especialmente al medio ambiente, al reducir el uso de
fitosanitarios.
Los agricultores presentes en la jornada se han mostrado
convencidos de que el cultivo de maíz transgénico les está
permitiendo producir más y de mejor calidad, y destacaron que
seguirán trabajando en defensa de sus explotaciones y familias
y, en definitiva, del medio rural. |
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