Lleida, España
May 13, 2008
Source:
Fundación Antama
“No es posible imaginar el
progreso en medicina y agricultura sin la biotecnología”
Paul
Christou
Investigador en Mejora Genética
Universidad de Lleida, España
El sida es una enfermedad
que actualmente afecta a unos 33 millones de personas en
todo el mundo. Cada día, cerca de 5.700 fallecen a causa de
esta enfermedad y al menos otras 7.000 se infectan con el
virus, la mayoría de ellas en países subdesarrollados o en
vías de desarrollo.
Paul Christou es investigador en mejora genética en la
Universidad de Lleida y uno de los científicos que ha creado
un tipo de semilla de maíz modificado genéticamente que
produce una molécula capaz de evitar el contagio del sida, y
que sin duda revolucionaría el mundo de la medicina.
¿Cuál es el objetivo de las
investigaciones que están llevando a cabo a partir de plantas
transgénicas?
La línea específica de nuestra investigación en materia de
biología molecular en plantas se basa principalmente en tres
objetivos. En primer lugar, pretendemos movernos más allá de las
pruebas experimentales, que se vienen utilizando hasta ahora en
los laboratorios con plantas- modelo como el tabaco o la
Arabidopsis, que tienen una utilidad limitada por varias razones
que explicaré luego. Con esto queremos demostrar que la creación
de productos farmacéuticos recombinantes desarrollados a partir
de una planta extensamente cultivada como es el maíz, es más
eficaz.
Además, por otro lado, queremos demostrar que los sistemas de
producción basados en plantas tienen mayores ventajas que los
sistemas de producción convencionales, en los que se utilizan
microbios o células de mamíferos.
Por último, otro de nuestros objetivos es el de intentar generar
el conocimiento, por otro lado firme y evidente, de que tales
productos farmacéuticos son por lo menos, tan eficaces como los
desarrollados por sistemas convencionales.
¿Cómo surgió esta línea de investigación?
La biología molecular en plantas es un campo de investigación
joven que comenzó a desarrollarse hace unos 15-20 años. Desde
1992, nuestros laboratorios han trabajado de forma activa en
esta materia, produciendo una gran diversidad de productos
farmacéuticos a partir de maíz, arroz y otros cultivos que
incorporan diferentes tipos de anticuerpos: unos que previenen
la caries dental, otros para el uso en el diagnóstico de
diferentes tipos de cáncer, y otros tipos de moléculas.
Sin embargo, creo que es importante dejar claro que nuestras
actividades son posibles gracias a las ayudas que nos han
concedido procedentes de diferentes fuentes como la Unión
Europea, la Fundación Bill y Melinda Gates, el Ministerio de
Educación y Ciencia (MEC) o la Generalitat de Cataluña.
¿Podría explicarnos como es posible que con esta semilla se
puedan prevenir los anticuerpos que producen la transmisión del
sida?
A partir de la creación de un maíz modificado genéticamente,
hemos logrado producir un anticuerpo específico en la semilla
del maíz, que vence y neutraliza una proteína importante del
virus del VIH, que se produce en el momento en el que una
persona sana se infecta.
Está previsto que el proyecto tenga un uso tópico de carácter
profiláctico y se materializará en una crema u otra formulación
simple producidas a partir de las semillas de maíz que contengan
este anticuerpo específico contra el sida. La pomada se
aplicaría antes de mantener relaciones sexuales, lo que
esperanzadamente, bloquearía el virus y evitaría la infección de
individuos sanos.
¿Por qué han elegido el maíz transgénico?
En comparación con los medios que hasta el momento han sido la
base para crear productos farmacéuticos recombinantes, como han
sido los microbios o las células mamíferas, el maíz y las
plantas en general aportan un número de ventajas importantes. En
especial, el maíz aporta una serie de ventajas adicionales.
Sin duda, su uso es mucho mas seguro, ya que no contiene virus
ni priones, que pueden resultar un riesgo muy dañino para los
seres humanos. En comparación con otras cosechas de carácter no
alimenticio, como el tabaco, que contiene alcaloides tóxicos, el
maíz es extremadamente seguro. Recordemos que durante siglos ha
sido uno de los cultivos alimenticios básicos y que cada día
conocemos más sobre su seguridad.
Otro de los factores de mayor importancia es que adoptando un
sistema de producción de plantas, los costes necesarios para su
desarrollo se abaratan de forma significativa.
Sin duda, este factor es importante, ya que el objetivo de
nuestros estudios son los países en vías de desarrollo, que no
pueden permitirse los altos costes asociados a los productos
farmacéuticos producidos usando métodos convencionales, por lo
que queremos asegurarnos que este tipo de fármacos puedan estar
al alcance de la gente que más lo necesita.
¿Podría explicarnos en líneas generales en que ha consistido
el proceso genético y molecular para lograr este hallazgo?
Nuestro laboratorio es pionero desde hace años en métodos de
transferencia genética, así se hemos logrado la introducción de
genes que codifican características relevantes en las plantas
cultivadas más importantes, y entre las que se incluyen el arroz
y el maíz.
El proceso genético que hemos desarrollado es muy sofisticado,
aunque conceptualmente hablando, es muy simple. Sin duda, el
primer componente necesario e imprescindible para desarrollar
este proceso, es contar con un gen disponible para poder
desarrollar esta proteína. En nuestro caso, nos fue
proporcionado por un colaborador de nuestro proyecto europeo de
Pharma- Planta.
Después, fue necesaria la ayuda de otros colaboradores que nos
proveyeron de promotores, que son por decirlo de alguna manera,
los interruptores genéticos que controlan la producción de la
proteína farmacéutica y que permiten su acumulación en forma de
anticuerpo. En este caso, todo esto se produce en las semillas
de las plantas del maíz, lo que proporciona una serie de
ventajas. La semilla proporciona un ambiente protector, que
facilita su almacenaje durante años en un lugar a temperatura
ambiente, por lo que dejaría de ser necesario preocuparse de la
refrigeración y de la preservación de los anticuerpos sensibles
producidos a partir de la planta.
Con otras sustancias como el tabaco, este proceso no es posible,
ya que para la producción de fármacos recombinantes, sus hojas
necesitan ser procesadas inmediatamente después de la cosecha o
congelarlas hasta el proceso para preservar su integridad.
Además, el tabaco contiene compuestos tóxicos como la nicotina,
que necesitan ser eliminados del producto final, lo que agrega
costes significativos al proceso.
Después de la introducción del gen en las células del maíz,
regeneramos las plantas enteras, para posteriormente usarlas
para producir el anticuerpo en las semillas a grandes niveles.
¿Cuáles serían los principales beneficios de este tipo de
productos?
Los objetivos de este proyecto son filantrópicos, por lo que
queremos desarrollar procesos eficaces y baratos para ponerlos a
disposición de la gente más pobre, especialmente aquella que
habita en países en vías de desarrollo. Si nuestro trabajo
continúa tal y como esperamos, confiamos en la implicación de
organizaciones internacionales de carácter filantrópico en
países en vías de desarrollo y empresas locales, para el
desarrollo y comercialización, tanto de este producto como de
otros similares.
¿Cómo y cuándo se realizarán los ensayos clínicos?
Cuando el proyecto este totalmente terminado y mediante el
proyecto europeo de Pharma- Planta, comenzaremos a realizar
ensayos clínicos de fase uno en el hospital del St George de
Londres en 2009.
Además, queremos desarrollar el resto de fases clínicas en los
próximos tres o cuatro años, ya fuera del proyecto. Para ello,
estamos esperando la colaboración de terceras partes, en países
como Sudáfrica, donde desarrollaremos ensayos clínicos en los
próximos tres o cuatro años.
¿Está garantizada la seguridad de estos productos?
Sin duda, esta es la razón por la cual llevaremos a cabo la fase
de ensayos clínicos. Como el resto de productos farmacéuticos,
la seguridad del producto necesita ser probada y es lo por lo
que hemos diseñado los ensayos clínicos. No obstante, no tenemos
ninguna razón para pensar que el anticuerpo específico para el
VIH desarrollado a partir del maíz no será seguro.
¿Cual es el futuro de la biotecnología en la medicina y la
agricultura?
En mi opinión, que creo que engloba la de muchos de mis
compañeros, no es posible imaginar el progreso en medicina y
agricultura sin la biotecnología. Al igual que para la sociedad
es imposible el transporte sin coche o avión o las
comunicaciones sin teléfono o e- mail, como luchar contra las
infecciones bacterianas sin antibióticos.
La biotecnología desempeña un papel fundamental, dentro del
cuidado de la salud y frente a una población global que cada día
aumenta. Creo que sin ella, los problemas económicos y sociales,
particularmente en los países en desarrollo, serán más
devastadores de lo imaginado. |
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