Madrid, Spain
February 15, 2008
Source:
Fundación Antama
La Asociación General de
Productores de Maíz de España (AGPME) ha reclamado hoy a las
administraciones públicas poder desarrollar la biotecnología en
la agricultura "con libertad" y que los políticos no la utilicen
en cuestiones localistas y como moneda de cambio.
Así lo ha manifestado hoy Esteban Andrés Soto, técnico de AGPME,
en una rueda de prensa, organizada por la Fundación Antama para
valorar los datos hechos públicos ayer sobre superficie de
cultivos biotecnológicos en el mundo en 2007. Ha denunciado que
la Unión Europea está entrando en un "arriesgado déficit" de
materias primas teniendo que importar para consumo humano y
animal aquello que prohíbe producir en su territorio.
Francisco Javier Fernández, de Probío, un grupo de agricultores
que defiende el uso de la biotecnología, ha insistido en que la
biotecnología aplicada a la agricultura reduce costes de
producción y aumenta la productividad. Ha considerado una
"injusticia" las trabas interpuestas para la aprobación de este
tipo de cultivos que, en su opinión, han demostrado que pueden
coexistir con los convencionales y ecológicos y no suponen un
peligro para la salud humana o el medio ambiente.
Durante la rueda de prensa, que ha tenido lugar en la Feria
Internacional de Maquinaria Agrícola en Zaragoza, el director de
Biotecnología de Monsanto, Carlos Vicente, ha destacado que el
pasado año 23 países han adoptado cultivos transgénicos, de los
cuales la soja se encuentra a la cabeza, seguida del maíz, el
algodón y la colza. También ha hecho hincapié en que el
crecimiento de los transgénicos en los países en vías de
desarrollo ha sido de un 23 por ciento frente al 6 por ciento
registrado por los desarrollados.
La superficie mundial de cultivos biotecnológicos aumentó un 12
por ciento en 2007, hasta alcanzar 114,3 millones de hectáreas,
12,3 millones más que el año anterior. Por países, ocupa el
primer lugar Estados Unidos con 57,7 millones de hectáreas,
seguido de Argentina (19,1 millones de hectáreas), Brasil (15
millones de hectáreas) y Canadá (7 millones de hectáreas). En el
caso de la Unión Europea (UE) la superficie ascendió a 110.077
hectáreas, un 77 por ciento más que el año anterior, siendo
España el principal país en el cultivo de organismos modificados
genéticamente con 75.148 hectáreas. |
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