Madrid, Spain
May 29, 2007
Source:
Fundación Antama
Un equipo de investigadores de las
universidades de Giessen
y Friedrich-Alexander
de Nuremberg (Alemania) realiza ensayos de campo de dos
líneas de cebada mejorada genéticamente para resistir a los
hongos patógenos que la afectan y para mejorar la calidad de la
malta que se emplea en el proceso de elaboración de la cerveza.
La cebada se ha cultivado en todo el mundo y se ha empleado en
alimentación y elaboración de cerveza desde tiempos antiguos, y
los esfuerzos que se han realizado para mejorarla de forma
convencional han registrado éxitos limitados. Este proyecto de
investigación, que incluye diversos trabajos, finalizará en
2008, aunque los resultados previos podrán obtenerse este año.
Uno de los principales virus que afecta a la cebada es la
Rhizoctonia, que se ha extendido especialmente en la parte
noroccidental de los Estados Unidos y en el sur de Australia.
Los agricultores han empleado décadas para intentar encontrar
una solución efectiva de lidiar con este virus, sin soluciones
ampliamente favorables. Los fungicidas son una opción costosa,
ya que su empleo resulta complejo, e implican un coste
medioambiental. La rotación de cultivos no es efectiva, ya que
el virus afecta a un amplio espectro de plantas, y la mejora de
la cebada por vía convencional no ha cosechado éxitos, debido a
que no existen variedades de cebada con buena resistencia a la
Rhizoctonia, según recoge la página de información sobre
biotecnología GMO-Compass.
Por ello, la biotecnología se presenta como un arma adecuada
para solucionar este problema. Científicos de la Universidad de
Washington han insertado de forma satisfactoria un gen del hongo
Trichoderma -que ataca a otros tipos de hongos, entre ellos el
que afecta a la cebada- en el genoma de este cereal. Los
ensayos de campo que se están practicando en Alemania estudian
los resultados, fijándose sobre todo en la hipotética presencia
de efectos no esperados. El proyecto de investigación se
prolongará hasta 2008, aunque los resultados se darán a conocer
antes, este año.
Mejora de la calidad
Para la elaboración de la cerveza es necesario hacer germinar
los granos de cereal, en este caso, de cebada, y secarlos
rápidamente tras el desarrollo de la planta. Este proceso se
denomina malteado. El proceso de calentamiento que hace germinar
al grano también desactiva las enzimas. Además, todo el almidón
y material celular sobrante cuando los granos son calentados y
secados, no puede ser empleado. Por ello, muchas veces los
fabricantes de cerveza deben comprar suplementos de enzimas para
mejorar la calidad de la producción.
Sin embargo, la moderna biotecnología ha dado un paso adelante
en este aspecto. Un grupo de investigadores de la fábrica de
Carlsberg, en Copenhague, y de la Universidad de Washington, han
tomado genes de las enzimas amilasa y glucanasa que registren
una mayor estabilidad ante el calor, y lo han expresado en la
cebada. Las enzimas resultantes permanecen ahora activas tras
cuatro horas de calentamiento, mientras que las de la cebada
convencional se destruyen a los cuatro minutos de aplicárseles
el calor.
Esta mejora repercute positivamente en la fabricación de
piensos para animales, ya que por lo general, cuando las aves
son alimentadas con este cereal, registran menores tasas de
crecimiento. Diversos estudios muestran que las aves alimentadas
con esta cebada mejorada genéticamente superan en tamaño a las
que ingieren cebada convencional. Los ensayos de campo que
se practican en Alemania estudian la cebada resistente al virus
de la Rhizoctonia y la cebada con glucanasa resistente al calor,
haciendo hincapié en la hipotética presencia de efectos no
esperados. |
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