Madrid, Spain
May 29, 2007
Source:
Fundación Antama
Un estudio realizado por el
Joint Research Centre,
instituto de investigación que asesora a la Comisión Europea,
recoge un cálculo económico para estimar los beneficios que
reportarían a los agricultores europeos la siembra de cultivos
biotecnológicos. Así, si el 75% de los agricultores franceses
sembrara colza mejorada genéticamente (MG), ahorrarían 24
millones de euros en el coste del control de malas hierbas, con
un beneficio económico global de 38 millones de euros. Si los
productores británicos adoptaran la remolacha transgénica, sus
ahorros en el control de malas hierbas ascendería a 217 euros
por hectárea, con un beneficio total de 33,5 millones de euros.
Y si los agricultores andaluces emplearan algodón Bt resistente
a insectos, los costes se les reducirían en 148 euros por cada
hectárea.
El IPTS resume las conclusiones de su estudio:
- gracias al empleo de la
biotecnología, los agricultores han obtenido beneficios
mediante la reducción de los costes y, en ocasiones,
aumentos en las cosechas.
- Varios análisis muestran
que la adopción de los cultivos MG han beneficiado a los
grandes y pequeños agricultores, con algunos casos
específicos, como el algodón en China, donde los
agricultores de pequeña escala registran mayores beneficios
que los mayoristas.
- El algodón Bt ha implicado
reducciones significativas en el uso de pesticidas.
- La soja transgénica ha
implicado la sustitución de varios herbicidas por uno que es
respetuoso con el medio ambiente, y se asocia con un
reducido laboreo y menor empleo de combustibles y emisiones
de CO2.
- Otros estudios añadidos
muestran cambios positivos en el beneficio económico de los
países que adoptan los cultivos biotecnológicos. En la
mayoría de los casos, los agricultores son los más
beneficiados, seguidos por las industrias de semillas y por
los consumidores (debido a los precios más bajos).
- La segregación de los
cultivos MG y no MG ocasionará costes de producción
adicionales, y es posible que en algunos casos este coste
supere al beneficio económico alcanzado gracias a las
siembras de transgénicos.
El Instituto para los Estudios de
Prospectiva Tecnológica (IPTS), perteneciente al Centro Común de
Investigación de la Unión Europea (JRC, en sus siglas en
inglés), ha preparado este documento de asesoramiento en materia
de biotecnología a la Comisión Europea, en el que identifica las
consecuencias, oportunidades y objetivos de este creciente campo
de la ciencia. Sus amplias aplicaciones vas desde “nuevos
procesos para ahorrar energía en la industria al proceso de
producción de alimentos”. El estudio, titulado The biotechnology
for Europe Study - Bio4EU, destaca entre las potencialidades de
la biotecnología los beneficios en la reducción de costes de
producción y el incremento de las cosechas, además de un manejo
más sencillo.
El informe recalca que los cultivadores de maíz Bt, modificado
genéticamente para resistir la plaga del taladro, han alcanzado
incrementos en las cosechas en torno a un 4.7%. Además, obtienen
un promedio de 85 euros/hectárea más que quienes no
cultivan transgénico. Los beneficios que reporta la
biotecnología se dirigen en un 75% a los agricultores y, en
España, país pionero en Europa en cuanto a la adopción de la
biotecnología agraria, no se han registrado efectos negativos
del maíz Bt sobre insectos artrópodos que no son objetivo de la
modificación genética. Tampoco se ha incrementado la resistencia
del insecto del taladro al maíz transgénico.
Más información y estudio completo:
http://bio4eu.jrc.es |
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