Madrid, Spain
May 8, 2007
Source:
Fundación Antama
Un estudio de cuatro
catedráticos sudafricanos subraya el papel de la
agro-biotecnología como parte de la solución para erradicar la
pobreza en los países en vías de desarrollo
África confía en que los cultivos mejorados genéticamente para
resistir la sequía sean comercializados próximamente en el
continente, para que puedan contribuir a paliar uno de los
mayores problemas –el de la falta de agua- que asolan a esta
parte del mundo, cuajada de países pobres y en vías de
desarrollo. En concreto, maíces transgénicos con esta
característica están siendo ensayados en Sudáfrica, y Egipto
prevé su comercialización en los próximos 3 años. Éstas son las
principales conclusiones que se desprenden del informe “The
role of agricultural biotechnology in hunger and poverty
alleviation for developing countries”, publicado por
los catedráticos sudafricanos M. O. Makinde, J. R. Webster, N.
Khumalo y P. Keetch.
En el informe se recoge que, lejos de cumplir los objetivos
marcados en la cumbre sobre alimentación mundial celebrada en
1996, en la que se prometía reducir a la mitad el hambre en el
planeta en los diez años siguientes, actualmente hay más
población hambrienta que entonces, y la cantidad de personas que
sufren esta lacra aumenta en 4 millones cada año. “Se necesitan
nuevos objetivos para asegurar una producción de alimentos
sostenible en los países en vías de desarrollo, sobre todo en
África”, donde se encuentran 35 de los 50 países menos
desarrollados del planeta, la gran mayoría dependientes de la
agricultura.
Los autores del estudio recuerdan que una buena solución puede
ser la adopción de la biotecnología agraria, y aluden a la
superior producción de las variedades de algodón y maíz
mejoradas genéticamente (MG), que permiten asimismo un uso
reducido de insecticidas y, por tanto, menos problemas para la
salud. Dos agricultores sudafricanos explican su experiencia con
los cultivos transgénicos: “Planto maíz transgénico Bt
(protegido contra la plaga del taladro) porque ha incrementado
mi cosecha y mis beneficios. Gano 430 euros más con un cultivo
Bt que con uno que no lo es”, señala Motlasi Musi. Otro pequeño
agricultor, Thandiwe Myeni, añade: “Obtengo más del doble de la
producción por hectárea de mis cultivos Bt en comparación con
los convencionales; también ahorro en pesticidas”.
Posiblemente la sequía sea uno de los mayores problemas que
actualmente debe encarar el mundo subdesarrollado. El maíz
tolerante a la sequía está siendo sometido a ensayos de campo en
Sudáfrica y, en los próximos 2 ó 3 años, estará listo para ser
comercializado en Egipto un trigo mejorado genéticamente para
tolerar la falta de agua. Los cultivos transgénicos, afirman los
catedráticos sudafricanos, son respetuosos con el medio
ambiente, ya que han reducido considerablemente el uso de
pesticidas entre 1996 y 2004. Además, recalcan, se ha hecho
posible la obtención de plantas para producir medicamentos y
vacunas. Estos vegetales MG “podrían proporcionar la única
opción económicamente viable para una producción independiente
de proteínas terapéuticas en los países en desarrollo”, destaca
el informe.
Asimismo, los firmantes reclaman a los consumidores de la Unión
Europea (UE) una mejor aceptación de los cultivos transgénicos,
puesto que de lo contrario, los países subdesarrollados,
dependientes de los mercados europeos, no cultivarán variedades
biotecnológicas y perderán beneficios socioeconómicos. |
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