September 26, 2006 Source:
Fundación Antama
Maíz futuro
Una exposición al aire libre, en el sur de
Francia, retrata los beneficios de la biotecnología aplicada a
este cultivo. También se explican recomendaciones para
garantizar la coexistencia entre variedades convencionales y Bt
El museo al aire libre “Maíz futuro”, de 7,5
hectáreas de extensión y situado en las cercanías de la
localidad francesa de Montardon (sur de Francia), retrata las
innovaciones tecnológicas relacionadas con el cultivo de este
producto y detalla las características y beneficios del maíz
transgénico Bt, protegido contra la plaga del taladro, y del que
en Francia ya se han cultivado unas 5.000 hectáreas, como señala
explica Pierre Dartau, uno de los responsables de la
Federación Nacional de Sindicatos
de Productores Agrícolas (FNSEA) y de la
Asociación General de Productores
de Maíz (AGPM) de Francia.
La exposición se celebró los días 20 y 21 de
septiembre y fue organizada por el Instituto del Vegetal
Arvalis, dedicado a la investigación en agricultura, en
colaboración con la AGPM y la plataforma
Cerealistas
de Francia.
Asimismo contempla las buenas prácticas que se
deben llevar a cabo para asegurar la coexistencia del maíz
biotecnológico con las variedades convencionales y ecológicas, y
se centra en cuatro boques temáticos, que reflejaban la relación
existente entre el maíz y la química vegetal, la biotecnología,
los nuevos métodos para aumentar la competitividad y el control
de los cultivos por satélite. También se celebraron conferencias
técnicas sobre el cultivo del maíz, y se ubicaron stands con
muestras de los productores de semillas.
Brigitte Escale, responsable de Arvalis, explicó
las diferencias existentes entre los granos de maíz
transgénicos, que incluyen un porcentaje de material modificado
genéticamente (MG), y los convencionales. Además, dijo que en
Francia no existen precisiones legales en materia de
coexistencia de cultivos, pero subrayó que la AGPM ha elaborado
un documento de recomendaciones prácticas destinado a los
agricultores para que aseguren una buena convivencia con los
campos vecinos. En este sentido, Escale matizó que los
productores de variedades transgénicas deben sembrar una
zona-refugio con maíz convencional alrededor del cultivo
modificado genéticamente si éste último ocupa una superficie
mayor de cinco hectáreas, y que la zona-refugio en cuestión debe
representar, al menos, el 20% del total del maíz sembrado.
En la guía de buenas prácticas que mencionó, se
refleja que “para asegurar la coexistencia entre los campos y
los flujos de polen se han propuesta reglas de coexistencia en
función de la presencia o no de maíz convencional en un
perímetro de 25 metros alrededor de cada parcela sembrada con
maíz MG”.
Así, se recomienda sembrar 12 franjas de maíz
convencional si hay menos de 25 metros de distancia entre los
campos de variedades MG y convencional. El maíz recolectado en
estas 12 franjas se considerará transgénico. En caso de que no
haya parcelas cultivadas con maíz convencional en un perímetro
de 25 metros alrededor de la explotación de maíz transgénico
“ese espacio cultivado entre las parcelas es suficiente y
permite asegurar la coexistencia”.
Asimismo, este documento recoge las medidas que
se deben tomar en cuanto a la siembra, recolección, transporte
de grano y almacenamiento de los granos MG. En cuanto a la
trazabilidad y el etiquetado, el agricultor debe señalar una
serie de aspectos tales como el nombre de la variedad y el
evento MG al que corresponde su producto, entre otros datos.
Más información:
Instituto del Vegetal – Arvalis:
www.arvalisinstitutduvegetal.fr
|