Spain
October 10, 2006
Source:
Fundación Antama -
Martes transgénicos
La deficiencia de vitamina A, considerado un
problema de salud pública en más de la mitad de los países del
mundo, especialmente en África y el sureste de Asia, podría
combatirse con maíz biotecnológico rico en beta-caroteno, según
los datos de un estudio realizado por dos científicas de la
Universidad de Wisconsin, que
experimentaron con éxito este proceso en roedores. El organismo
humano convierte el beta-caroteno en vitamina A, cuyo déficit
causa ceguera a unos 500.000 niños cada año, según datos de la
Organización Mundial de la Salud.
La investigación en el bio-reforzamiento de las
plantas continúa explorando nuevas vías para incrementar la
vitamina A, una labor que apoyan varias organizaciones
humanitarias como Harvest Plus, que está creando campos de
cultivos bio-fortificados en los países en desarrollo, según
recoge la lista de noticias Agbioworld. Además del maíz, otra
variedad transgénica de similares funciones es el “arroz
dorado”, del que los países pobres se aprovechan para paliar la
ceguera de sus poblaciones.
Las autoras del estudio, Julie Howe y Sherry
Tanumihardjo, alimentaron a 40 gerbos (unos roedores de
Mongolia) con una dieta estándar a base de maíz blanco, de bajo
contenido en beta-caroteno, durante cuatro semanas antes de
comenzar el experimento. Posteriormente, los roedores fueron
divididos en grupos iguales, según el tipo de alimento que iban
a recibir en las cuatro siguientes semanas: unos se alimentaron
de maíz convencional, otros de maíz transgénico enriquecido con
beta-caroteno y otros recibieron suplementos adicionales de
beta-caroteno.
Las autoras aseguran, en un artículo escrito para
el Journal of Nutrition en su número de octubre, que las
concentraciones de Vitamina A en el hígado de los animales que
ingirieron el maíz biotecnológico representaban el 150% del
grupo que se alimentó con maíz convencional (0,25 y 0,1
unidades, respectivamente), e igualaban al grupo que recibió
suplementos de beta-caroteno. Además, la concentración de
beta-caroteno en el hígado de los roedores que comieron el maíz
enriquecido era casi el doble de los que tomaron suplementos de
esta sustancia. De esta forma, concluyen que “el maíz
biofortificado mantiene el estatus de vitamina A en los gerbos
de Mongolia y resultó tan eficaz como la ingesta de suplementos
de beta-caroteno”.
Por ello, según recoge
Agbioworld, si este
estudio se repite en otros animales y, de forma subsiguiente, en
controles aleatorios en humanos, este cultivo puede ofrecer una
alternativa vital para paliar las deficiencias de vitamina A. Un
número de plantas modificadas genéticamente ofrecen, gracias a
su contenido nutricional reforzado, beneficios para la salud
humana, como por ejemplo el arroz dorado y variedades de patata
y soja, a pesar de que todavía no han sido aprobados. |