Brussels, Belgium
March 9, 2006
Today, the Austrian Presidency will
initiate a Council discussion about the scientific safety
assessment of biotech crops as well as the EU decision
making procedure for approving such crops which have
received positive safety assessments from Europe’s own
independent scientific body.
In 2002, all Member States
together established the
European Food Safety Authority (EFSA) and agreed that
this institution “should be an independent scientific source
of advice, information and risk communication in order to
improve consumer confidence"(1).
Since its formation in 2002, EFSA has met
its objective to provide scientific advice on all matters
with a direct or indirect impact on food and feed safety.
EuropaBio believes
EFSA must not be distracted from fulfilling its original
objectives by individual Member States that are
diametrically opposed to biotech crops because of what can
only logically be seen as short term political decision
making. Furthermore, the same Member States are undermining
an institution which they themselves established, risking
undermining public confidence in a science based safety
assessment and in science itself in their bid to deny access
to this technology across all of Europe.
Less than three years ago, the European
Union agreed the most comprehensive and the strictest
approval process for biotech crops in the world, not to
mention probably the most lengthy. This process was agreed
by all Member States, the European Commission and the
European Parliament. In particular, individual Member
States, the same as who are undermining EFSA and the role of
independent scientific advice in GMO approvals, have called
into question a process known as ‘comitology’, but only
where this process applies to biotech crops. Comitology
applies to many other areas of EU decision making that fall
within safety and risk management, such as pharmaceuticals,
food and chemicals. To attack this process when only related
to the approval of biotech crops demonstrates that these
Member States will try every possible means to circumvent
the rules to block the approval of safe new GMO products.
Biotech crops are increasingly being
grown all over the world, including in five EU countries
(Czech Rep, France, Germany, Portugal & Spain). The evidence
is that European countries and public opinion are
increasingly less negative and more open to biotech crops.
Yet a small minority of Member States are effectively trying
to block the growth in acceptance of biotech crops in Europe
and deny European consumers and farmers the choice to use
labelled, safe products. Because these Member States are
unable to do this through the current system, they have
resorted to challenging not only EFSA and its independent
scientific assessment but they are also calling into
question a key decision-making process in the European
Union. It is unacceptable that individual Member States
opposed to biotech crops for non-scientific reasons, should
be allowed to dictate to the rest.
Key Facts
-
All Member States in agreement with
the European Commission and the European Parliament
established the current regulatory system for the
approval and labelling of GMO products in Europe.
-
Ten years of growing GM crops and
eating GM foods. GM technologies are not new and GM
crops have been grown around the world commercially for
10 years. They have been consumed for over 10 years with
not one single recorded negative health incident.
-
On the contrary: improved yields and
increased food security have been attained while cutting
the use of spraying, minimising the soil erosion that
conventional weed control methods entail, and reducing
carbon emissions through reduced reliance on
fuel-intensive crop maintenance.
-
In a study by PG Economics(2)
published last October farmers using the technology
increased their income by US$27 billion during the
period 1996 to 2004 with significant, additional
environmental benefits delivered; the accumulative
economic benefits during the nine years to developing
countries ($15 billion), exceeded benefits to industrial
countries ($12 billion).
-
In 2005 there was an 11% increase in
the global cultivation of GM crops. Last year, some 8.5
million farmers planted 90 million hectares of biotech
crops in some 21 countries, up from 17 countries in
2004, and the number of farmers growing these crops
increased by 250,000. For comparisons sake, there were
97 million hectares of arable land in the EU in 2003 -
last years global GM crop acreage of 90 million hectares
would “cover” 93% of
Europe’s total arable land(3).
-
Other continents are adopting GM
technologies very rapidly and are therefore beginning to
gain a competitive edge on European agriculture. About
75% (and increasing) of animal feed in Europe contains
GM ingredients, much of which is imported. The number of
labelled products on sale is increasing. The import of
GM soy into Europe is increasing.
-
“The future competitiveness of
Europe’s agricultural and food processing industries
will depend on plant genomics, biotechnology and their
smart application…Europe’s position is declining as a
consequence of the political inertia caused by the
polarised and increasingly heated debate between
opponents and advocates…”(4)
EuropaBio, the European Association for
Bioindustries, has 60 direct members operating worldwide and 25
national biotechnology associations representing some 1500 small
and medium sized enterprises involved in research and
development, testing, manufacturing and distribution of
biotechnology products.
Los estados miembros de la UE deben poner en práctica el proceso
Comunitario de aprobaciones que ellos mismos ayudaron a
implantar
Translation:
Fundación Antama
La
presidencia austriaca de la UE comienza hoy una discusión sobre
la evaluación científica relacionada con la seguridad de los
cultivos biotecnológicos, así como sobre el proceso de toma de
decisiones de la UE para aprobar estos cultivos, que han
superado los controles de seguridad realizados por el órgano
independiente de científicos de la Unión.
En
2002, todos los miembros de la Unión establecieron la Autoridad
Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés)
y acordaron que esta nueva institución “debería ser una
referencia científica independiente que proporcione consejo,
información y comunicación de riesgo para mejorar la confianza
en el consumidor” (Normativa (CE) 178/2002 que establece la
EFSA).
Desde su formación, en 2002, el objetivo de la EFSA ha sido
proporcionar consejos científicos sobre todas las cuestiones que
tengan un impacto directo o indirecto en la seguridad de los
alimentos. Europabio considera que los Estados Miembros que se
manifiestan diametralmente opuestos a los cultivos
biotecnológicos no deben distraer a la EFSA de sus objetivos
originales. Sostiene que estos mismos Estados Miembros,
negándose a la difusión de esta tecnología por toda Europa,
están socavando una institución que ellos mismos establecieron y
se arriesgan a minar la confianza del público en la evaluación
científica de la seguridad, y en la ciencia en general, por
extensión.
Hace
menos de tres años, la UE acordó el más exhaustivo y estricto
proceso de aprobación de cultivos transgénicos del mundo, por no
mencionar que es, probablemente, el más largo. Este proceso fue
acordado por todos los Estados Miembros, la Comisión Europea y
el Parlamento Europeo. Europabio subraya que los Estados
Miembros, de forma individual, los mismos que están cuestionando
la EFSA y su papel de consejero científico independiente en las
aprobaciones de organismos genéticamente modificados (OGM), han
criticado un proceso conocido como “comitología” (explicada al
final de este documento), pero sólo en los casos en que este
proceso se aplica a los cultivos biotecnológicos. La
“comitología” se aplica a otras muchas áreas de la toma de
decisiones de la UE que caen sin seguridad ni manejo de riesgo,
como las farmacéuticas, alimentación y químicos. Atacar este
proceso sólo cuando está relacionado con los cultivos
biotecnológicos demuestra que estos Países Miembros intentarán
por todos los medios burlar las reglas con el objetivo de
bloquear los nuevos y seguros productos OGM.
Los
cultivos transgénicos están aumentando por todo el mundo,
incluyendo cinco países de la UE: República Checa, Francia,
Alemania, Portugal y España). La evidencia es que los países
europeos y la opinión pública son cada vez menos reacios y más
abiertos a los cultivos biotecnológicos, aunque una minoría de
Estados Miembros esté efectivamente tratando de bloquear el
crecimiento de la aceptación de los cultivos biotecnológicos y
negando a los consumidores y agricultores europeos la
posibilidad de elegir estos productos etiquetados y seguros.
Como estos Estados Miembros son incapaces de hacer esto a través
del sistema ordinario, ellos han optado por cuestionar un
proceso clave en la toma de decisiones sobre este asunto en la
UE. Resulta inaceptable que a algunos Estados Miembros, que de
forma individual se oponen a los cultivos transgénicos alegando
razones que no son científicas, se les permita imponer sus
dictados al resto.
Datos:
-
Todos los Estados Miembros de acuerdo con la Comisión
Europea y el Parlamento Europeo establecieron el sistema de
regulación actual para la aprobación y etiquetado de
productos OGM en Europa.
-
Las tecnologías de OGM no son nuevas y las variedades
transgénicas se han cultivado para uso comercial durante 10
años. Han sido consumidos durante esos 10 años sin que se
haya registrado un solo incidente negativo relacionado con
la salud.
-
La mejora en las cosechas y el incremento en la seguridad de
los alimentos se han logrado a la vez que se ha reducido el
uso de fitosanitarios, minimizando la erosión del suelo que
implica el uso de los métodos tradicionales de control de
malas hierbas, y la reducción de emisiones de carbono,
mediante la reducción de la dependencia de los combustibles
para la producción de los cultivos.
-
Un estudio de PG Economics (http://www.bioportfolio.com/pgeconomics/),
publicado el pasado mes de octubre, revela que los
agricultores que emplean estas nuevas tecnologías
incrementaron sus ingresos en 27 .000 millones de dólares
entre 1996 y 2004, con beneficios significativos para el
medio ambiente. Los beneficios económicos acumulados durante
los nueve años para países en vías de desarrollo fueron de
15.000 millones de dólares y los beneficios excedentes para
países industrializados, de 12.000 millones de dólares.
-
En 2005 se registro un incremento del 11% en el cultivo
global de variedades OGM. El año pasado, unos 8,5 millones
de agricultores plantaron 90 millones de hectáreas de
cultivos transgénicos en 21 países, y el número de
agricultores que han cultivado estas variedades ha aumentado
en 250.000. A modo de comparación: en 2003 hubo 97 millones
de hectáreas de terreno cultivable en la UE. El año pasado
la superficie global de cultivo OMG fue de 90 millones de
hectáreas, el 93% del total de la tierra cultivable de
Europa (Fuente: ISAAA).
-
Otros continentes están adoptando tecnologías OGM muy
rápidamente y, por lo tanto, están comenzando a ganar
competitividad sobre la agricultura europea. En Europa, más
del 75% de piensos animales contiene ingredientes OGM,
muchos de los cuales son importados. El número de productos
etiquetados en venta está creciendo. Las importaciones de
soja a Europa también están aumentando.
-
“La competitividad de la agricultura europea y las
industrias de procesamiento de alimentos dependerá en un
futuro de la genómica de las plantas, la biotecnología y su
inteligente aplicación… La posición de Europa está decayendo
como consecuencia de la inercia política causada por un
agitado y polarizado debate en torno a esta cuestión entre
oponentes y defensores” (Informe Plants for the future,
2004, de la Comisión Europea).
La Asociación Europea de Bioindustrias
(Europabio) cuenta con 60 miembros directos que operan por todo
el mundo y 25 asociaciones nacionales de biotecnología que
representan a unas 1.500 pequeñas asociaciones y empresas
relacionadas con la investigación y el desarrollo, evaluación,
manufacturación y distribución de productos biotecnológicos.
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