Más de
53.000 hectáreas de maíz Bt se han sembrado en
España en 2005
Un total de 53.225
hectáreas de maíz modificado genéticamente (MG)
han sido cultivadas en 2005 en España, según se
desprende de un dossier técnico sobre el maíz
que acaba de publicar el Departament
d’Agricultura, Ramaderia i Pesca de la
Generalitat de Catalunya, en el que incorpora
datos del Institut
de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries
(IRTA) sobre las variedades modificadas
genéticamente de este cultivo y sobre la
coexistencia del maíz convencional y
transgénico.
En el conjunto
de los cuatro ensayos que recoge el informe,
realizados durante 2004 y 2005 en zonas del
regadío de Lleida y del litoral de Girona, con
problemas de plagas de taladro, se observa una
“diferencia significativa” entre el rendimiento
de variedades transgénicas en comparación con
sus isogénicas convencionales. La producción de
las variedades MG supera como media a sus
isogénicas convencionales en 1.055 kilogramos
por hectárea. Sin embargo, otras variedades
convencionales han mostrado producciones que no
difieren significativamente de las transgénicas.
Por otra parte,
las variedades MG que presentan resistencia al
taladro presentaron, en estos estudios, un 83%
menos de fumonisinas (micotoxinas) que sus
isogénicas convencionales y, además, se
encuentran más protegidas contra la aparición de
podredumbre en la base de los tallos, roturas y
ataques de hongos en los granos. Además han
mostrado una mayor humedad del grano durante la
cosecha.
En el informe
publicado por el Departament d’Agricultura,
Ramaderia i Pesca catalán, se confirma el 95%
de eficacia para el control de taladros en cinco
variedades de maíz Bt ensayadas. Resalta que las
dos variedades transgénicas con mayor difusión
en esta comunidad autónoma incorporan la
modificación genética MON 810. Durante el año
2005, el 95% de la superficie de maíz MG ha
correspondido a esta modificación, mientras que
sólo un 5% correspondieron a la CG00256-176.
Aunque en campañas anteriores estaban
autorizadas las variedades que contenían esta
última modificación, han sido recientemente
excluidas del Registro de Variedades
Comerciales.
Otro de los
agentes que se deben tener en cuenta para tratar
la coexistencia de cultivos es el del flujo de
polen y la dirección de los vientos. En este
sentido, las investigaciones del IRTA realizadas
en condiciones reales de coexistencia señalan
que una distancia de seguridad (zona-tampón) de
entre 15 y 20 metros de anchura y sembrada con
variedades no transgénicas sería suficiente para
que la presencia de granos Bt (modificados
genéticamente) en las cosechas de los campos
vecinos se mantenga por debajo del umbral del
0,9% de presencia accidental de OMGs que les
obligaría a etiquetarlo como transgénico.
Las investigaciones en materia de coexistencia
de cultivos continúan a día de hoy, y los
científicos del IRTA están preparando los
resultados de un ensayo en el que desean
comprobar si el flujo de genes se podría
controlar mejor haciendo disminuir la
coincidencia de la floración de las plantas MG y
no MG. Aunque los resultados son aún
provisionales, se observa que una diferencia de
tres semanas en siembras tempranas produce
solamente una diferencia en la floración de unos
tres días mientras que en siembras tardías, la
diferencia en la floración ya es de 10 días,
suficiente para minimizar el flujo de genes.
El estudio
completo se ha publicado en
www.ruralcat.net
Source:
CropBiotech Update
Bt
maize in Spain found to improve production
by 7.3%
Scientists of the Institute and Agricultural
Research and Technology (IRTA) of Catalonia
report an average increase in Bt maize
production of 7.3%, equivalent to 1,055
kilograms per hectare, when compared to non
biotech varieties. In addition, the experts
reported an increase in the quality of the
grain, with an 83% decrease in the level of
mycotoxins found in transgenic seeds, and
increased grain moisture content during
harvesting. The biotech varieties were also
reported to have increase tolerance to fungal
pathogens. More than 53,000 hectares of
transgenic Bt maize were cultivated in Spain in
2005. The study also confirmed that a buffer
zone of 15-20 m between Bt maize and
conventional crop varieties is sufficient to
insure coexistence and prevent the flow of the
transgene.