August 29, 2006
Source:
Fundación Antama
Los agricultores minoristas de Perú se muestran
interesados en las variedades modificadas genéticamente (MG) de
la patata, según se desprende de una encuesta realizada por
Jasper Buijs y su equipo de científicos, pertenecientes al
Centro Internacional de la
Patata (CIP) del país sudamericano. Asimismo, los autores de
este trabajo, englobado en un informe titulado Estudio
Medioambiental de Seguridad, proponen que se desarrolle un
esquema de segregación entre variedades, para separar las
patatas convencionales de las transgénicas.
La producción de la patata en Perú está afectada
por un gran número de pestes y enfermedades diversas, que minan
los campos de cultivo e implican un empleo extensivo de
productos fitosanitarios. Según la encuesta realizada por el
equipo de Jasper Buijs, los agricultores peruanos consideran que
el daño insecticida en la patata, sobre todo el ocasionado por
el gorgojo y la larva de tubo, suponen el mayor problema para
cultivar estos tubérculos.
Jasper Buijs y sus colegas del Centro
Internacional de la Patata de Perú han publicado recientemente
un Estudio Medioambiental de Bioseguridad, donde
encuestaron a los agricultores de las áreas peruanas de mayor
producción de patatas, y utilizaron los datos para analizar
asuntos importantes que rodean a la posible adopción de
productos modificados genéticamente en el país. Según un
comunicado remitido por este organismo, y recogido por la lista
de distribución de noticias
Agbioworld, se toma
en consideración el tema acerca de “la adopción potencial y el
manejo de la patata resistente a insectos en Perú” y las
implicaciones de la ingeniería genética en su cultivo.
El estudio del CIP destaca que:
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El 97% de los agricultores minoristas
pagarían más por una variedad de patata resistente a
insectos, aunque la mayoría lo compraría sólo una vez cada
2-4 años.
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Los agricultores peruanos estarían dispuestos
a pagar un suplemente de 50% del coste de la semilla para
adquirir semillas de patata resistentes a insectos, que aun
así incrementaría sus ganancias netas, al asumir que la
resistencia a insectos es elevada y que el uso de
fitosanitarios se reduce en gran medida.
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El 55% de los agricultores subrayaron su
preferencia por la patata resistente a plagas, por encima de
las variedades que actualmente cultivan.
-
Sin
embargo, el 68% no siempre cultivaría patatas resistentes a
insectos, debido a que se muestran susceptibles hacia esta
clase de variedades.
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El 89% de
los agricultores asegura que se abstendría de mezclar
variedades convencionales con las transgénicas.
Según los autores, esta encuesta indica que los
agricultores minoristas en Perú están interesados en las nuevas
variedades y albergan una percepción positiva sobre las plantas
modificadas genéticamente. Proponen que se desarrolle un esquema
de segregación entre variedades para separar patatas
convencionales de las transgénicas.
Artículo completo:
www.edpsciences.org |