Madrid, Spain
March 15, 2005
Los casi 80 alimentos modificados genéticamente
etiquetados disponibles en el mercado europeo son los más
evaluados de toda la historia de la nutrición y han estado
sometidos a controles rigurosos durante más de cinco años. Tras
10 años de cultivo de alimentos transgénicos más de 300 millones
de consumidores se han beneficiado de esta tecnología que en la
actualidad utilizan más de 7 millones de agricultores.
En abril del 2004, y para facilitar la libertad
de los consumidores, entraron en vigor en Europa los Reglamentos
de etiquetado y trazabilidad que obligan a
etiquetar todos los alimentos y piensos transgénicos, también
llamados OMGs.
No
se trataba de un asunto de seguridad alimentaria, ya que todos
los OMG son evaluados de forma rigurosa durante más de 5 años
antes de su aprobación, sino de dar al consumidor el derecho a
elegir entre alimentos modificados genéticamente y
convencionales con total información. Como ya indicó en una
reciente conferencia el Dr. Daniel Ramón, experto en tecnología
de alimentos, “el
consumidor tiene derecho a elegir libremente y es necesario
ofrecerle esta opción de compra”.
En
la Unión Europea el sistema de control de los OMG y el proceso
de autorización de estos, es el más estricto del mundo,
garantizando su seguridad tras realizar controles rigurosos que
duran entre 5 y 7 años.
Los alimentos transgénicos son los alimentos más
evaluados de la historia, según
la
Agencia
Española de Seguridad Alimentaria (AESA), y es el único caso
dentro del ámbito de la alimentación en el que la salida al
mercado se condiciona a una autorización sanitaria previa,
análoga a la que se lleva a cabo con los medicamentos. Prueba
de esta garantía de seguridad, es que de
las 2.200 alertas alimentarias, producidas en la Unión Europea
durante 2003, ninguna ha sido debida a las variedades
transgénicas.
En
nuestro país, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria
(AESA) garantiza que los productos transgénicos aprobados para
su comercialización son tan seguros como los convencionales, se
analizan caso por caso, y pasan por autorización sanitaria
previa, algo que no ocurre con otros alimentos. La AESA defiende
la autorización sanitaria previa a la comercialización, y apoya
un etiquetado completo y veraz que permita la libre elección por
parte del consumidor.
En
ocho países europeos se están comercializando ya más de 70
productos en cuya etiqueta aparece su procedencia de OMGs. Entre
los productos se encuentran el aceite de maíz, harinas, la
mantequilla, los aderezos de ensaladas y la cerveza.
En
el año 2004, la superficie mundial de cultivos biotecnológicos
creció un 20 %, alcanzando los 81 millones de hectáreas, según
el informe del Servicio
Internacional para la Adquisición de Aplicaciones
Agrobiotecnológicas (ISAAA). En el año 2003, 7 millones de
agricultores cultivaron cultivos biotecnológicos, y a finales de
esta década el ISAAA estima que llegarán a 15 millones de
agricultores, que sembrarán cultivos biotecnológicos en 150
millones de hectáreas de hasta 30 países. |