Madrid,
España
23 de septiembre de 2004
EL Institut de Reçerca i
Tecnología Agroalimentaries (IRTA) presentó ayer en Gerona
los últimos avances en los estudios sobre maíz transgénico en
España, y en colaboración con la
Fundación ANTAMA
coordinó una visita a los campos de ensayo donde se investiga la
coexistencia entre cultivos. España es uno de los países
europeos con más experiencia en coexistencia gracias a la
positiva evolución de siete años de cultivo comercial de maíz
modificado genéticamente con una superficie cultivada de 32.000
hectáreas en año 2003, cifra que alcanzará en esta campaña
aproximadamente las 58.000 hectáreas.
Trabajos de campo como los del IRTA, confirman que la
coexistencia de variedades de maíz es posible.
Esta experiencia ha sido básica para que la Unión Europea haya
autorizado el cultivo de 17 variedades de Maíz Bt en todos los
países miembros.
El IRTA, en colaboración con la Fundación Antama, organizó
ayer una visita a los campos de ensayo sobre coexistencia entre
cultivos en Gerona, coincidiendo con la Jornada técnica sobre
el maíz Bt coordinada por el IRTA y la Generalitat de
Cataluña. A la jornada informativa asistieron más de 200
personas, la mayoría agricultores interesados en conocer las
cualidades del maíz Bt y el avance en las recomendaciones sobre
coexistencia. Investigadores del CSIC y del IRTA explicaron la
efectividad del maíz Bt frente a la plaga del taladro, los
estudios sobre la posible resistencia de la Ostrinia y la
Sesamia y su solución con los refugios, el nulo impacto
del Bt sobre los efectos no diana, las variedades más
productivas según las regiones, y los estudios sobre
coexistencia entre los cultivos de maíz genéticamente
modificados y los convencionales.
España se ha convertido en referente europeo en el estudio de la
coexistencia en Europa. El comisario europeo de Sanidad, David
Byrne, manifestó, con motivo de la inclusión por primera vez de
variedades de maíz genéticamente modificado en el Catálogo Común
de Variedades Vegetales a comienzos de septiembre, que ese maíz
"lleva cultivándose años en España sin que se conozcan
problemas". En el 2003 se cultivaron unas 32.000 hectáreas de
maíz modificado genéticamente, que han crecido hasta 58.000
hectáreas en 2004 según las últimas estimaciones. Por este
motivo la Generalitat de Cataluña ha creado un ambicioso
proyecto de estudio de la coexistencia entre el maíz
convencional y el maíz modificado genéticamente, cuyo primer
ensayo tuvo lugar el pasado año en Lérida, y continúa este año
con dos ensayos complementarios en Gerona.
Los
resultados del IRTA del pasado año concluían que la coexistencia
es posible adoptando medidas sencillas compatibles con la
práctica común de los maiceros, medidas que
APROSE recogió en un dossier informativo recomendando establecer
una separación entre los campos de 25 m siempre que sea posible,
y en caso contrario, establecer una barrera de 4 surcos de maíz
no transgénico.
El
Doctor
Félix Ortego presentó sus investigaciones, solicitadas por el
Ministerio de Medio Ambiente, sobre la efectividad del maíz Bt
frente a las plagas del taladro, tanto a la Ostrinia como
a la Sesamia, sobre el posible desarrollo de resistencia
a insectos, y sobre los potenciales riesgos sobre insectos no
diana. Según Ortego: “Los resultados de los estudios han
confirmado que el maíz Bt era eficaz tanto para la Sesamia
como para la Ostrinia, las plagas de taladro que más
afectan al maíz, que la leve resistencia que estas larvas pueden
generar frente al Bt se puede evitar de forma sencilla
utilizando refugios, y que la proteína Bt tiene un impacto nulo
sobre los insectos no diana, por lo tanto no afecta la
biodiversidad del ecosistema”.
El
Dr. Enric Melé explicó las investigaciones sobre coexistencia
entre cultivos de maíz Bt y convencional. El doctor Melé es
responsable de los ensayos de campo del IRTA que llevan
desarrollándose desde hace más de siete años, y que continúan
con nuevas investigaciones tanto a nivel nacional como de la
Unión Europea, donde el IRTA se ha convertido en un importante
referente.
¿
Por qué se hacen estos nuevos ensayos?
En
Gerona se están desarrollando dos ensayos, uno está financiado
por el IRTA y las condiciones y objetivos son:
Condiciones del ensayo:
Se
han cultivado cuatro variedades de maíz Bt de grano amarillo
situadas en un campo de maíz no modificado genéticamente de una
variedad de grano blanco que ocupa un total de cuatro hectáreas.
La superficie total del campo es de 27 hectáreas. ( Ver gráfico
2 en el informe adjunto).
Objetivos del ensayo:
-
Evaluar el flujo de genes en relación con el tamaño del campo de maíz
Bt.
-
Esclarecer las causas que influyen en la aparición de flujo de genes
que no pueden explicarse por la influencia del viento
dominante en la zona.
-
Evaluar las diferencias entre variedades en la coincidencia de la
floración y el flujo de genes.
Un
segundo ensayo pertenece al proyecto SIGMEA, financiado por la Comisión Europea dentro del VI programa marco y
cuyo fin es asesorar sobre OMG’s a la Comisión Europea basándose
en el desarrollo de investigaciones sobre costes de coexistencia
y perfiles de agricultura innovadora en Europa. En este
proyecto participan 44 instituciones de toda Europa.
Objetivos del ensayo:
-
Comparar y sintetizar todos los datos obtenidos en ensayos de flujo de
genes en Europa no solo en maíz sino también en otros
cultivos.
-
Diseñar modelos de simulación con los que trabajar para predecir
situaciones futuras.
-
Construir un sistema dinámico de gestión que permita, a partir de los
datos anteriores, asesorar la toma de decisiones para
garantizar la sostenibilidad y la coexistencia.
La
participación del IRTA en el proyecto SIGMEA está centrada en el
estudio del flujo de genes en una situación real, donde ya
coexisten campos de maíz transgénico y convencional. Para ello,
se han seleccionado dos zonas de cultivo, una en Lérida y otra
en Gerona. Actualmente se están tomando muestras de los campos
de maíz tradicional de éstas zonas para poder evaluar la
influencia que sobre estos pueden tener los campos vecinos de
maíz Bt. |